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La era de los neumáticos de clasificación en el Mundial de Superbikes tiene fecha de caducidad. A partir de 2027, con la entrada de Michelin como nuevo proveedor exclusivo, este tipo de compuestos diseñados para rendir al máximo en una única vuelta dejará de formar parte del campeonato. Así lo ha confirmado el responsable de competición de la marca francesa, Piero Taramasso: “Lo único que vamos a cambiar es que no habrá más neumáticos de clasificación. Estamos en contra”, ha dicho a Speedweek.com
El argumento es claro: sostenibilidad. “Por respeto al medioambiente, no deberíamos hacer eso. No tiene sentido fabricar un neumático para usarlo solo una vuelta y luego tirarlo”, explicó Taramasso. En su lugar, Michelin apostará por compuestos blandos de alto rendimiento, similares a los que ya utiliza en MotoGP tanto para clasificación como para las carreras sprint. “Nuestra filosofía se basa en la durabilidad. Hemos batido todos los récords, así que no la vamos a cambiar ahora para Superbikes”, sentenció.
Este cambio representa una ruptura con una tradición que se remonta a los orígenes del campeonato en 1988, cuando la Superpole era uno de los momentos más espectaculares del fin de semana. En sus primeras versiones, los pilotos se jugaban la posición en parrilla con una sola vuelta lanzada, en la que se sacaban los colores al cronómetro y al límite de la física. Aquel formato, con cuatro motos por fila y 16 pilotos en lucha directa, quedó en la memoria de muchos aficionados.
Con el tiempo, el formato fue evolucionando. En 2009 se introdujo una Superpole en tres fases, similar al sistema actual de MotoGP, y a partir de 2014 llegó una versión dividida en dos tandas de 15 minutos, donde los mejores del viernes se clasificaban directamente para la segunda sesión.
Desde 2019, se mantiene una única sesión cronometrada de 15 minutos para decidir el orden de salida, aunque sigue utilizando el nombre de Superpole. En todo este tiempo, los neumáticos superblandos han sido un elemento diferenciador clave, tanto por su agarre extremo como por su breve vida útil.
Pirelli, proveedor único desde 2004, había evolucionado estos compuestos hasta introducir en 2022 el SCQ, un neumático que podía aguantar hasta diez vueltas y que incluso permitía su uso en la carrera corta del domingo. Sin embargo, su principal uso seguía siendo el ataque al crono.
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Con la llegada de Michelin y su decisión de prescindir de los neumáticos de clasificación, el formato de la Superpole entrará en una nueva etapa. El enfoque pasará por optimizar la gestión de los compuestos blandos de carrera, ajustando la estrategia sin depender de neumáticos efímeros. Un cambio de filosofía que busca alinear rendimiento, espectáculo y responsabilidad ambiental.