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A primera vista, podría pasar por una nave espacial. Pero no: la Diem X-01 es una motocicleta eléctrica nacida en Berlín que está dando mucho que hablar. Tras una primera presentación conceptual en enero de 2025 durante el salón MBE de Verona, el prototipo funcional vio la luz apenas unos meses después, en junio, durante el evento Reload Land celebrado en la capital alemana.
Lo que distingue a esta propuesta no es solo su estética futurista, sino también su desarrollo completamente interno. Tanto el motor como la batería han sido diseñados y fabricados por el propio equipo de Diem Motors. Con una potencia de 35 kW (47 cv), la X-01 está pensada para el entorno urbano, aprovechando al máximo el par inmediato de su propulsor eléctrico para ofrecer una conducción ágil entre semáforos.
Uno de los elementos más llamativos es su arquitectura técnica. El chasis monoviga ha sido desarrollado desde cero, y el motor de flujo axial se sitúa directamente en el buje de la rueda trasera, eliminando componentes clásicos como la cadena, los piñones o la caja de cambios. Esta decisión reduce la complejidad mecánica y el mantenimiento al mínimo, un alivio para quienes buscan una experiencia más sencilla y libre de revisiones constantes.
“La clave no está en competir con lo tradicional, sino en ofrecer algo nuevo y emocionante que los usuarios aún no han experimentado”, explica Daniel Kemnitz, uno de los fundadores del proyecto. “Con este enfoque, lideramos la próxima fase de las motos eléctricas”.
La colocación del motor directamente sobre el eje trasero permitió repensar la estructura del vehículo, especialmente en lo que respecta a la batería. Esto dio paso a un rediseño completo del chasis, centrado en la ligereza, la estabilidad estructural y la eficiencia en la producción. Según la marca, este marco es capaz de soportar las exigencias de aceleraciones, frenadas y curvas sin necesidad de refuerzos adicionales, combinando rigidez con durabilidad a largo plazo.
Diem Motors nace del trabajo conjunto de un grupo de expertos con más de cuatro décadas de experiencia en diseño de vehículos. Entre sus fundadores se encuentran perfiles como Daniel Kemnitz, conocido por su trayectoria en ONI Design Studio; Angel Lussiana, diseñador con colaboraciones previas en marcas como BMW, Piaggio o Tata; y Manvendra Shaktawat, especialista en proyectos de movilidad respaldados por firmas como Red Bull Advanced Technologies y Hyzon.
La filosofía de la empresa se basa en una integración vertical total. Esto significa que todos los procesos clave —desde el diseño hasta la producción de componentes estratégicos como el tren motriz y el chasis— se realizan internamente. Según Diem, este modelo permite reducir costes, aligerar peso y acelerar el desarrollo de producto sin sacrificar calidad ni control sobre el resultado final.
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Además de apostar por la electrificación, la compañía adopta un enfoque más amplio hacia la sostenibilidad. Utiliza materiales de bajo impacto ambiental y métodos de fabricación que minimizan el uso de recursos, como procesos que evitan el moldeo y la soldadura siempre que sea posible. Todo ello forma parte de un modelo de producción eficiente, pensado para reducir la huella ecológica desde el diseño hasta el uso real en la calle.