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General Motors, ese titán del motor estadounidense que siempre hemos asociado a rugidos V8, muscle cars y todoterrenos del tamaño de una casa, acaba de hacer algo que nadie esperaba: coquetear con el mundo de las motos. Y no con cualquier moto, sino con una eléctrica, con pinta de scrambler minimalista y tecnología sencilla.
Las imágenes publicadas por la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU. (USPTO) muestran una moto que parece sacada de un evento de dirt-track. Su diseño es limpio y sin florituras, con un chasis rectangular, asiento plano, neumáticos mixtos y una silueta compacta que apunta a lo funcional antes que a lo llamativo. Nada de carenados aerodinámicos ni gadgets futuristas. Esto es una tracker de espíritu libre, y 100% eléctrica.
La parte ciclo también deja clara su vocación económica, aunque entendible tratándose de una moto eléctrica. Horquilla delantera convencional, monoamortiguador trasero con bieletas de progresividad y un único disco de freno delantero. Sin lujos. Como propulsor, un motor eléctrico montado directamente en el buje de la rueda trasera (cosa que ya hemos visto en alguna que otra moto exclusiva), lo que simplifica todo el sistema de transmisión y mantenimiento. La batería parece ocupar buena parte del cuerpo central, lo que hace pensar en una autonomía decente, aunque sin datos oficiales aún.
El faro es redondo, al estilo clásico, y en el manillar destaca una pantalla TFT que podría rondar las 7 pulgadas. En resumen: una moto sencilla, robusta y enfocada a un uso urbano o recreativo ligero, sin pretensiones deportivas ni ambiciones premium.
¿Estamos ante una revolución en GM? Pues no sería la primera vez que tantean el terreno de los vehículos ligeros. En 2019 lanzaron las bicicletas eléctricas ARĪV, y más recientemente las Hummer EV e-bikes en colaboración con Recon Power Bikes. Pero esta vez parece diferente: no es una colaboración ni una adaptación. Es una moto registrada con su propia identidad, lo que sugiere que hay algo más serio detrás.
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¿La veremos en producción? Difícil saberlo. La experiencia de LiveWire (la marca eléctrica de Harley-Davidson) demuestra que fabricar motos eléctricas mola… Pero venderlas ya es otra historia. Aun así, esta GM eléctrica apunta más a lo práctico que a lo aspiracional, lo que podría abrirle un hueco en el mercado si su precio acompaña. Una cosa está clara: si General Motors entra en las dos ruedas, por pequeñas que sean, el tablero de juego cambia. Porque cuando un gigante se mueve, todos tiemblan.
