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Fabio Quartararo ha sido el gran protagonista del tercer episodio de Pol Position, el espacio conducido por Pol Espargaró en DAZN, donde el piloto francés de Yamaha ha hablado abiertamente sobre su momento deportivo, su decisión de renovar con la marca japonesa y su visión del futuro. A pesar de los desafíos que presenta la YZR-M1, el campeón de 2021 sigue siendo el mejor piloto de la estructura, con tres poles consecutivas, un podio en Jerez y el octavo puesto provisional en la clasificación general.
Su capacidad para exprimir el máximo de la moto en clasificación ha vuelto a marcar la diferencia este año. “Siempre ha sido mi punto fuerte el hacer una vuelta rápida, poder desconectar el cerebro para hacer la vuelta rápida. Tengo un gran feeling con el tren delantero a una vuelta. Con esta moto no se hace el tiempo saliendo de la curva, se hace entrando y con paso por curva, y con esta moto podemos ir un poquito más”, explicó Quartararo, dejando claro que su estilo sigue encajando con ciertas características de la Yamaha.
En cuanto a su relación con el fabricante japonés, Quartararo valoró positivamente la evolución interna que ha vivido el equipo: “El trato con los japoneses siempre ha sido bueno. A veces demasiado lento, pero ha venido mucha gente europea, y además los japoneses que ya estaban aquí se han vuelto un poco europeos. En la manera de que, si algo funciona, es mejor. No vamos a esperar dos meses para ver si una mejora pasa el test de tantos kilómetros; si los cambios funcionan, los ponemos, y eso es un cambio brutal que los ingenieros japoneses han hecho”.
Uno de los temas centrales de la entrevista fue su última renovación con Yamaha, una decisión que generó críticas por considerar que se priorizó el aspecto económico. Quartararo no evitó el tema y respondió con claridad: “Para mí siempre el número uno ha sido el proyecto. No voy a mentir, en mi decisión ha pesado también la parte económica (ndr. se habla de 10 millones de euros por año). Pero vemos que poco a poco vamos volviendo. Al final hacer muchas vueltas a un ritmo muy bueno, es lo que cuesta. Una vuelta la puedes sacar, cuatro o cinco vueltas, pero luego calentamos demasiado la goma, y perdemos. Es el punto en el que estamos trabajando, encontrar un ritmo sin ir tanto al límite y poder estar con las Ducatis”.
Preguntado sobre si tuvo dudas antes de estampar su firma, el francés admitió que recibió propuestas de otros equipos: “Tenía algunas novias, sí (risas). Hubo muchas cosas que me hicieron quedarme con Yamaha. Es la marca con la que siempre soñé viendo a Valentino. Es la marca que me dio la oportunidad de subir a MotoGP, y más viendo el proyecto interno que hay ahora, es enorme. Personalmente, quiero volver arriba con Yamaha”, confesó.
En un tono sincero, habló de sus objetivos y de lo que pasaría si Yamaha no da el paso necesario de aquí a 2027: “Realmente creo muchísimo en ese proyecto, pero sé que si no funciona me iré a un proyecto que ya esté listo. Eso está claro, no tengo más tiempo, quiero ir a un proyecto donde la moto sea competitiva desde el principio (...). Si me tengo que mover a otro proyecto, me iría”, declaró sin rodeos.
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Por último, y en un tono más distendido, Quartararo mostró una de las incomodidades que suelen acompañar a los pilotos cuando los resultados no acompañan: “Algo que odio es que cualquier persona que veas te pregunta cómo va la moto. Si me ves que estoy en el P14, no me preguntes”, dijo entre risas, aunque dejando entrever la presión constante a la que se enfrenta.