 Por John Fernández@johnfervar |
La historia de la marca de motos eléctricas Damon Motorcycles parecía destinada a revolucionar la movilidad eléctrica sobre dos ruedas (como muchas otras que se quedaron en el camino). Hay quien apodaba a la marca como la 'Tesla de las motos'. Con promesas de innovación tecnológica, seguridad activa y diseños futuristas, la startup canadiense logró atraer titulares y capital. Pero en mayo de 2025, la empresa enfrentó una realidad bastante más preocupante: su acción cotiza por debajo de un centavo y el Nasdaq estudia su expulsión del índice bursátil, según Rideapart.
Desde que salió a bolsa en noviembre del año pasado, cuando alcanzó un valor inicial de 4,95 dólares por acción, el desplome ha sido estrepitoso. La plataforma Nasdaq ya ha notificado a la compañía su posible exclusión, aludiendo a “preocupaciones sobre el interés público” y la “drástica dilución del valor para los accionistas” tras recientes emisiones de valores. Es decir, que financieramente no están en el mejor lugar.
Damon no solo ha perdido valor financiero. También ha atravesado una inestabilidad interna que recuerda más a un naufragio que a una reestructuración. En menos de un año, la empresa ha visto la salida de su CEO y cofundador Jay Giraud, de su directora de marketing Amber Spencer y del CTO Derek Dorresteyn, una figura clave en el desarrollo de vehículos eléctricos en Alta Motors. Su reemplazo, Dominique Kwong, cofundador también, regresó tras haber abandonado la firma previamente en medio de despidos poco transparentes.
A pesar de este caos ejecutivo, la compañía intenta presentarse como viva y con aspiraciones nuevas. Ha anunciado una supuesta apertura a licenciar su tecnología de seguridad y tren motriz eléctrico a otras marcas del sector, aunque hasta ahora no ha concretado ningún acuerdo. Y mientras el discurso se mantiene optimista, la realidad es que Damon no ha entregado una sola motocicleta a sus clientes ni ha presentado un modelo listo para producción. Solo cuenta con un prototipo funcional, y su cadena de suministro continúa en formación.
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El próximo 20 de mayo, Damon Motorcycles se enfrentará a una audiencia ante el Panel de Audiencias del Nasdaq, donde deberá presentar un plan de cumplimiento que justifique su permanencia en el mercado bursátil. Por ahora, la cotización de sus acciones está suspendida, lo que supone dos varapalos: uno financiero y otro a nivel de reputación. Con una planta de producción reubicada de Vancouver a Estados Unidos y un historial de promesas incumplidas, el futuro de Damon se presenta, como poco, incierto.
