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Parece sacada de una tienda online de inventos locos, pero no, la moto china con techo solar y turbina eólica no es una broma. Se llama YongLE Risheng CG y es la última excentricidad —o genialidad, según se mire— de la empresa Jiangsu YongLE New Energy Electric Vehicle Co., que hasta ahora era más conocida por sus carritos de golf eléctricos y triciclos de reparto.
La CG no es precisamente la moto más estilizada del mercado. Su estética podría calificarse como… artesanal. Pero detrás de ese diseño peculiar hay una idea ambiciosa: un vehículo de dos ruedas que se carga con energía 100% renovable, gracias a una combinación de placas solares y un aerogenerador instalados sobre una estructura que hace las veces de techo.
La base de esta máquina recuerda a la legendaria Honda CG125, aunque el motor de combustión ha sido sustituido por un propulsor eléctrico de 1.500 W. Alimentado por una batería de litio hierro fosfato de 30 Ah y 72V, este sistema puede cargar mediante una toma convencional, pero lo realmente llamativo es su capacidad para recargarse con el sol y el viento.
Sobre el tejadillo, bastante aparatoso, se encuentran un panel solar de 250 W y una pequeña turbina eólica de 300 W. Según la compañía, esta combinación permite recorrer hasta 50 km únicamente con energía generada de forma autónoma, sin necesidad de enchufes. Si se recurre también a la carga eléctrica tradicional, la autonomía puede estirarse entre 80 y 120 km, dependiendo del uso y las condiciones.
Eso sí, no esperes velocidades de vértigo. El bólido alcanza una velocidad máxima de 59 km/h, lo que la sitúa en la liga de los scooters eléctricos urbanos. Y con un peso total de 133 kg y una capacidad de carga de 75 kg, no está pensada precisamente para escapadas con acompañante y equipaje pesado.
“Un concepto inusual”, dicen desde la marca, que no se ha quedado ahí con su apuesta por las energías limpias. En su web, YongLE también muestra otros vehículos adaptados con la misma fórmula de techo solar y molino: desde carritos de golf hasta una lancha eléctrica, pasando por un curioso cochecito llamado Raptor II con un generador trasero incorporado.
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La moto, de momento, parece estar en una fase inicial. No hay precio oficial, ni una producción en serie clara. Incluso la página del fabricante lanza ciertas alertas de seguridad en navegadores, lo que no ayuda a generar confianza. Pero el proyecto está ahí, rodando, generando curiosidad y sacando sonrisas entre los más escépticos de la movilidad eléctrica.
