![]() @todocircuitoweb |
Si alguna vez te preguntaste qué pasaría si metes una Ducati Paul Smart 1000LE en la lavadora... ya tienes la respuesta. Se llama Smart Monkey 125, y es una creación tan insólita como real que debutó en el reciente Osaka Motorcycle Show. La criatura nace de la mano del taller japonés GT-AXEL, que se ha sacado de la manga una réplica en miniatura —y casi a escala de bolsillo— de uno de los modelos más icónicos y cotizados de Ducati.
Basada en la simpática Honda Monkey 125, esta versión custom se atreve con todo: cúpula frontal tipo cohete, semimanillares, asiento monoplaza, bastidor auxiliar tipo truss y hasta ruedas de radios. Todo para rendir homenaje a la legendaria Paul Smart 1000LE, una edición limitada de solo 2.000 unidades lanzada en 2006, inspirada en la Ducati que ganó en Imola en 1972.
Aquella moto fue pionera del estilo "neo-retro" antes de que ese término siquiera existiera, y su decoración plata y verde sigue siendo objeto de culto.
Lo más llamativo de la Smart Monkey 125 es su nivel de detalle. El depósito copia la forma de la original, aunque en lugar del logo Ducati, luce orgullosamente un “HONDA” calcado con la misma tipografía. El motor, eso sí, sigue siendo el monocilíndrico refrigerado por aire de la Monkey estándar, pero incluso el escape ha sido modificado para acercarse visualmente al de la deportiva italiana.
Hasta el cuero del asiento, en marrón con costuras visibles, busca ese toque clásico y distinguido que enamoró a toda una generación de ducatistas.
Y por si te preguntabas si esta joyita era solo una pieza de exposición, la respuesta es aún más sorprendente: no. El kit completo de carrocería está a la venta. Sí, cualquiera con una Monkey 125 puede convertirla en una versión mini de la Paul Smart por unos 1.280.000 yenes, unos 7.800 euros al cambio. También existe la opción de comprarla ya montada directamente en GT-AXEL, por si prefieres que te lo den todo hecho y sin complicaciones.
Leer también: Tres motos chinas se cuelan en el top 10 del mercado español en marzo
Esta reinterpretación es tan peculiar como apetecible para quienes adoran el rollo retro pero se mueven mejor entre calles estrechas que por rectas de circuito. Porque sí, puede que esta Honda no corra como una Ducati... pero pocos podrán resistirse a girar la cabeza al verla pasar.