 Redacción Síguenos en WhatsApp |
Fabio Quartararo ha decidido poner las cartas sobre la mesa. Cobra 12 millones de euros al año, pero ya ha dejado claro que ese dineral no le va a bastar si la Yamaha no empieza a hablar en pista. “Me he dado una oportunidad de dos años con Yamaha, pero si las cosas no van como espero, me miraré alrededor. No tendré más tiempo que perder y me iré donde vea mejores oportunidades”, sentenció el francés al micrófono de TNT Sport hace unos días. Declaración directa, sin rodeos. Y con un reloj mental que ya ha comenzado su cuenta atrás.
El piloto de Niza no quiere repetir la montaña rusa emocional de hace dos años, cuando terminó enzarzado en críticas que, vistas con perspectiva, él mismo reconoce que se le fueron de las manos: “Criticar a Yamaha como hice en 2023 con palabras excesivamente agresivas fue un error; estaba atravesando un periodo difícil, pero no tendría que haberme comportado así”.
Esta temporada, en cambio, ha intentado encarar las cosas de otra forma. Según Quartararo, las condiciones por fin se han alineado para trabajar en serio: “Cuando renové mi contrato con Yamaha hubo largas discusiones porque pedía muchas cosas: gente nueva, ingenieros extra, un equipo satélite, otro proyecto. Este año es la primera vez que todo se ha puesto en marcha. Yamaha ha hecho un gran esfuerzo por recuperar terreno y estoy contento de verlo, aunque obviamente tendremos que tener paciencia para recoger los frutos”.
Lo que no se ha recogido aún son resultados. Ni en Tailandia ni en Argentina las cosas han ido bien para él. Lo de estar en la Q2 ha dejado de ser rutina para convertirse en incógnita semanal. “Antes de pensar en volver a lo más alto, estaría bien no tener que preguntarnos cada fin de semana si conseguiremos pasar a la Q2 o no. Tenemos que estar entre los diez primeros ya desde el viernes”, declaró con cierta amargura.
.jpg)
Aunque el discurso suena más templado, el fondo sigue cargado de tensión. Y entre reflexiones y autocríticas, también hay espacio para comparar. Quartararo observa lo que está viviendo Marc Márquez en Ducati, y no puede evitar hacer cuentas más allá del dinero: “Cuando sabes que eres capaz de luchar por la victoria, o al menos por el podio, y tu límite es la moto, no es fácil de digerir. Le echas la culpa a todo el mundo. Entonces pienso en 2019, y en que si Yamaha no me hubiese dado la oportunidad de debutar en MotoGP, quizá no habría tenido otra. También he aprendido a controlar la rabia y la frustración”.
Leer también: "He visto cascos de Stoner volando por dentro del box", recuerda un excompañero suyo en Ducati
Fabio no quiere volver a los excesos del pasado, pero tampoco se va a callar. Y si quedaba alguna duda de que su brújula ha cambiado de dirección, se disipó cuando dejó caer una confesión inesperada sobre sus ídolos: “'Vale' era mi ídolo de infancia, pero ahora he entendido quién es Marc Márquez. Su hambre de victoria y su determinación son impresionantes, igual que las ganas que ha demostrado de volver después de años de lesiones y dificultades con Honda. Solo podemos admirar a Marc”.
