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Termas de Río Hondo se despidió del calendario de MotoGP el pasado fin de semana. Y no fue una salida por la puerta chica, ni mucho menos: más de 200.000 fans, con banderas, bombos y gargantas afónicas le dieron una despedida digna de una estrella del rock. Pero el show se terminó. Al menos ahí.
Después de un 2024 accidentado, en el que el Gran Premio de Argentina se canceló a último minuto por líos logísticos y, sobre todo, financieros, la edición de 2025 había llegado con una mezcla de esperanza y nostalgia. Esta vez sí se pudo correr, y encima sin mayores dramas, más allá de esos inevitables detalles que siempre se cuelan en este tipo de eventos. Pero en el fondo, todos sabían que era el canto del cisne para Termas.
Los equipos llegaron, corrieron y se fueron con el corazón algo encogido. Porque, como siempre, el problema no estaba en la pista ni en la gente, sino en el camino. Mover toda la estructura desde Buenos Aires hasta este enclave en medio del continente sigue siendo una odisea: dos vuelos más, camiones a destajo, y mucha paciencia.
Eso sí, los fans no se amedrentaron. Desde el primer día, una auténtica marea humana invadió Santiago del Estero. Se contaron 208.000 almas durante el fin de semana, rompiendo récords y retumbando hasta en los boxes.
Pero nada de eso alcanzó para renovar el contrato. Dorna Sports, la empresa que mueve los hilos de MotoGP, decidió no continuar con la sede según publica Speedweek.com. El telón cayó sin promesas de regreso. Y, por ahora, el GP de Argentina se queda sin casa.
¿Entonces, qué sigue? Todo indica que el futuro huele a asfalto porteño. Sí, en Buenos Aires se están moviendo las fichas para revivir al mítico Autódromo Oscar y Juan Gálvez, donde la MotoGP no rueda desde 1999 y la Fórmula 1 se despidió un año antes. Carlos Ezpeleta, director deportivo de Dorna, ya estuvo en la capital viendo el estado del lugar y hablando con los nuevos gestores del circuito.
Pero ojo, que el Gálvez necesita algo más que una manita de pintura. Después de 25 años sin acción de primer nivel, el trazado perdió toda homologación internacional y tanto la pista como las instalaciones del paddock necesitan una rehabilitación completa. Nada de parches: aquí hace falta cirugía mayor.
Con ese panorama, 2026 parece un año de transición. Sin Termas y con Buenos Aires aún sin estar listo, lo más probable es que no haya GP argentino ese año. Si todo marcha bien, 2027 asoma como la fecha realista para el regreso.
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Pero mientras tanto, Brasil calienta motores para tomar el relevo sudamericano. El Autódromo Ayrton Senna, en Goiânia, pinta como la próxima parada con sabor latino. Ya hubo un primer evento, y todo apunta a que la MotoGP volverá a pisar suelo brasileño muy pronto. A diferencia de 2024, esta vez sí habría plan B.