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Samuel Callaway, un motorista de 33 años, ha sido condenado por conducción sin la debida atención tras protagonizar un brutal accidente en la Military Road, en la Isla de Wight (Inglaterra). El propio Callaway grabó su imprudencia con una GoPro, lo que permitió a la justicia reconstruir los hechos con claridad: circulaba a más de 160 km/h cuando impactó contra un Toyota Aygo que salía de un aparcamiento.
El choque le dejó con 24 huesos rotos y secuelas permanentes, pero también le costó una sanción judicial. El tribunal lo inhabilitó para conducir durante seis meses y le impuso una multa de 120 libras, además de obligarle a pagar 85 libras en costos judiciales y un recargo de 48 libras.
El 7 de agosto del año pasado, Callaway circulaba por la Military Road, una carretera costera conocida por sus paisajes, pero también por sus peligros ocultos, como aparcamientos y salidas poco visibles.
Las imágenes grabadas por su GoPro mostraron que, en los momentos previos al choque, alcanzó los 188 km/h en su Honda CB750 Hornet. Cuando un Toyota Aygo negro salió del aparcamiento de Hanover Point, Callaway intentó frenar, pero su velocidad era tan elevada que el impacto fue inevitable.
Salió despedido de la moto y acabó en una zanja. Debido a la gravedad de sus lesiones, tuvo que ser evacuado en helicóptero al Southampton Major Trauma Centre.
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Leah Dillon, en representación de la fiscalía, destacó la suerte que tuvo Callaway al sobrevivir: "Fue un milagro que no sufriera heridas aún más graves", afirmó ante el tribunal.
El 25 de febrero, Callaway compareció ante el tribunal de magistrados de la Isla de Wight, donde se declaró culpable de conducción sin la debida atención. En su defensa, explicó que su exceso de velocidad tuvo consecuencias devastadoras: ha estado siete meses sin poder salir de casa y ha sido hospitalizado dos veces desde el accidente. También mencionó que ya no puede usar completamente su mano derecha.
Además, Callaway comentó que, incluso si hubiera circulado a la velocidad permitida en esa vía (100 km/h), igualmente habría impactado contra el coche. También señaló en plena audiencia que el Toyota Aygo no tenía seguro ni impuestos en regla, lo que, según él, significaba que su conductor no debería haber estado en la carretera.
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A pesar de estos argumentos, el tribunal dictó su sentencia: prohibición de conducir durante seis meses, multa económica y costos judiciales.
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El Crown Prosecution Service ha publicado el vídeo del accidente como parte de una campaña para concienciar a los motoristas sobre los peligros del exceso de velocidad.
