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A finales de los 90, Honda dominaba la categoría de producción en el TT de la Isla de Man. En 1998, Jim Moodie llevó la Honda Fireblade a la victoria número 100 de la marca en la isla, pero la llegada de la Yamaha R1 puso en alerta a los japoneses. La competencia se endurecía y, para mantenerse en la pelea, Honda Gran Bretaña decidió desarrollar una versión mejorada de su mítica CBR900RR.
El encargo recayó en Mick Grant y Russell Savory, responsables del programa de competición de Honda en el Reino Unido. El resultado fue la Honda CBR900RR Evolution TT100, más conocida como EvoBlade, una edición exclusiva con mejoras radicales inspiradas en el mundo de las carreras.
Lo que diferenciaba a la EvoBlade de una Fireblade convencional saltaba a la vista. Para empezar, en lugar del habitual logo Fireblade, el carenado lucía el nombre EVO Blade. También incorporaba un llamativo basculante trasero monobrazo y un sistema de admisión rediseñado, inspirado en la Honda RC45 de Superbikes.
Pero los cambios no eran solo estéticos. Bajo el carenado, la EvoBlade escondía una auténtica bestia de 165 cv, una cifra notablemente superior a la Fireblade estándar. El motor de 918 cm³ recibió un tratamiento especial con árboles de levas de alto rendimiento, pistones modificados, bielas reforzadas y un nuevo sistema de encendido que le permitía subir hasta 12.200 rpm. También montaba carburadores Keihin de 41 mm y un sistema de escape Micron 4 en 1, disponible con una versión homologada o una más agresiva para circuito.
La EvoBlade no escatimó en equipamiento. Incorporaba una horquilla invertida Öhlins, frenos Brembo, cuadro de instrumentos Stack, caja de cambios de relación cerrada con quickshifter y llantas forjadas Dymag. Para afrontar el exigente trazado de la Isla de Man, Honda la equipó con un depósito de 22,5 litros, suficiente para completar dos vueltas sin repostar.
La producción de esta versión especial se llevó a cabo en el Reino Unido y cada unidad recibió una placa numerada. En un principio, Honda tenía previsto fabricar entre 100 y 250 unidades para cumplir con los requisitos de homologación, pero el número final fue mucho menor. Se estima que solo se ensamblaron 23 unidades, lo que la convierte en una pieza extremadamente rara y cotizada en el mercado de coleccionistas.
Debido a su escasa producción y su estatus casi legendario, la EvoBlade se ha convertido en un santo grial para los coleccionistas de Honda. En 2013, una unidad con el número de serie 10 se vendió en eBay por 13.999 libras esterlinas, casi 17.000 euros. Para 2020, el valor había aumentado considerablemente: la número 19 se vendió en Sheffield por 26.000 libras, es decir, 31.400 euros.
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La Honda CBR900RR Evolution TT100 fue una de las últimas Fireblade con carburadores y una de las más exclusivas jamás fabricadas. Hoy en día, encontrar una en buen estado es casi imposible, pero para quienes la buscan, representa mucho más que una simple moto: es una reliquia de una época dorada del motociclismo.
