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Tras firmar el mejor tiempo en los test de Barcelona en noviembre, Álex Márquez ha vuelto a dejar su sello en Sepang. No solo ha sido el más rápido a una vuelta, sino que ha dominado una simulación de Sprint, demostrando que en 2025 está listo para dar guerra.
El bicampeón de Cervera no podía ocultar su satisfacción al terminar la tercera jornada de pruebas en el circuito malasio. Con un 1:56.493, Márquez ha sido el más veloz, quedándose a solo una décima del récord del trazado. Un dato que no solo confirma su progresión, sino que lo coloca en una posición privilegiada para la temporada que se avecina.
El rendimiento del catalán no ha sido solo cuestión de una vuelta explosiva. En la simulación de Sprint, realizada en un horario menos favorable, también se ha mostrado sólido. Todo apunta a que su confianza con la Ducati GP24 es total.
Álex Márquez ha analizado sus sensaciones tras la prueba y, aunque ha mostrado entusiasmo, también ha mantenido los pies en el suelo. “Los dos primeros días de test fueron positivos, pero este ha sido aún mejor”, ha explicado. “La vuelta rápida siempre es importante porque te hace sentir la moto al límite, pero lo más crucial es el ritmo, y la simulación de Sprint ha ido muy bien”.
El español ha destacado su especial conexión con el trazado malasio, aunque prefiere no lanzar las campanas al vuelo antes de probarse en otros escenarios: “Me encanta Sepang, pero hay que estar tranquilos y esperar a ver cómo vamos en Tailandia”.
El mejor tiempo del test ha sido suyo, pero durante unos instantes, Márquez no tenía claro si había sido el más rápido o si su hermano Marc le había arrebatado la gloria. “Creo que todos lo han dado todo. El que diga que no, miente. Cuando volvía al box me preguntaba: ¿Me habrá ganado Marc? ¿Por una décima? ¿Por medio segundo? ¿Le habré metido yo? Las cuentas no me cuadraban. Pero cuando lo vimos bien en el box... estoy contento. Es solo un test, pero tener ritmo y ser constantes siempre es bueno”.
Si bien el año pasado con la Ducati GP23 pasó ciertos apuros, este 2025 parece que el panorama ha cambiado por completo. “El año pasado sufrí mucho, pero cuando tienes dificultades, aprendes más”, ha reflexionado Márquez. “Con la GP23, de 0 a 10, mi confianza era un 7; con esta moto es un 9”.
Esa sensación de mayor confianza se traduce en velocidad y consistencia. Al hablar sobre su nueva máquina, el piloto de Gresini ha sido contundente: "Es la mejor moto que he pilotado". Y si bien ha reconocido que la GP22 ya era una gran montura, ha comparado la GP24 con ella de una manera curiosa: “Parece su hermana”.
A pesar de su gran actuación en Sepang, Álex Márquez no quiere dejarse llevar por la euforia y prefiere mantener un enfoque realista. “Será importante hacer una temporada sólida, terminar en una buena posición en el campeonato, pero hay que ir con calma. Aún hay muchas cosas por descubrir”.
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Con el nivel demostrado en estos test, parece claro que el pequeño de los Márquez está listo para pelear en la parte alta de la parrilla. Ahora, todas las miradas se dirigen a Buriram, donde se verá si el rendimiento de la Ducati GP24 es tan bueno en un circuito diferente.