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En el siempre impredecible mundo de MotoGP, Yamaha ha sacado un as bajo la manga para el Shakedown Test de Sepang. Si bien era un secreto a voces que la fábrica de Iwata trabaja en un motor V4, lo que nadie esperaba era que su desarrollo en pista llegara tan pronto. Y menos aún que lo hiciera con un viejo conocido: Andrea Dovizioso.
El piloto italiano, retirado de la competición desde 2022, volverá a subirse a una MotoGP para aportar su experiencia al desarrollo de Yamaha. No es una elección aleatoria, ya que Dovizioso pasó siete temporadas pilotando un motor V4 en Ducati y sabe muy bien lo que se necesita para sacarle el máximo rendimiento a esta configuración.
El movimiento de Yamaha tiene todo el sentido del mundo. La marca japonesa, que hasta ahora ha apostado por motores de cuatro cilindros en línea, ha admitido que está trabajando en un V4 para ponerse a la altura de sus rivales. Honda, Ducati, KTM y Aprilia ya llevan tiempo compitiendo con esta arquitectura de motor, y la fábrica de Iwata no quiere quedarse atrás.
Según rumores del paddock, Yamaha ya habría probado una primera versión del V4 en un test privado en Jerez el pasado diciembre. Sin embargo, aquella era una versión preliminar del motor, lejos de estar lista para competición. En el Shakedown de Sepang, que se celebra a puerta cerrada y sin retransmisión en directo, la marca podría aprovechar para probar una versión más evolucionada.
Álex Rins había comentado que esperaba probar el V4 junto a Dovizioso en diciembre, pero finalmente el test no se llevó a cabo porque el motor aún no estaba listo. Ahora, con el inicio de la temporada a la vuelta de la esquina, Yamaha tiene una nueva oportunidad para trabajar en su futuro propulsor.
Andrea Dovizioso ya tuvo un primer reencuentro con Yamaha el pasado mes de agosto, cuando sustituyó a Cal Crutchlow en los test de Misano. Aquella toma de contacto fue suficiente para que la marca confiara en su experiencia para este nuevo desafío.
El Shakedown de Sepang es una oportunidad ideal para probar piezas nuevas, ya que las marcas que cuentan con concesiones (como Yamaha y Honda) pueden hacer rodar tanto a sus pilotos oficiales como a sus probadores. En este caso, Dovizioso estará en pista junto a Fabio Quartararo, Álex Rins, el nuevo probador Augusto Fernández y los pilotos de Pramac, Jack Miller y Miguel Oliveira.
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Aunque Yamaha no tiene previsto competir con un motor V4 hasta, como mínimo, finales de 2025, el trabajo en estos test será clave para definir el futuro de la M1. Con Dovizioso a los mandos, la marca de los diapasones busca una visión experimentada para dar el siguiente paso en su evolución.
