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Si eres de esos que sueñan con pilotar una moto que mezcle la estética de MotoGP con el alma de una bestia clásica, esta Suzuki RGV500 podría ser lo que buscas. Eso sí, necesitarás tener 22.400 € en el bolsillo (o 29.500 € si quieres llevarte el lote completo de repuestos) y estar dispuesto a lidiar con un poco de historia en sus entrañas.
Lo primero que hay que aclarar es que esta no es una RGV500 pura de fábrica. Más bien, se trata de un proyecto artesanal que combina partes de varias motos, ensambladas con maestría para ofrecer un rendimiento brutal. En esencia, lleva el chasis de una Suzuki RGV250 registrado como RGV500 en Reino Unido (lo que, por cierto, le da ese toque especial de legalidad en la calle).
¿Suspensiones? Horquilla de una Suzuki GSX-R600. ¿Basculante? Robado de una Aprilia RS250. ¿Amortiguador? Un YSS de alta calidad. Y por si fuera poco, frenos radiales Brembo y llantas forjadas Dymag, una parte ciclo infinitamente superior a la que tenía la RG500 Gamma original.
El corazón de esta máquina es un motor RG500 ajustado con mimo para rendir 107 caballos de potencia reales en la rueda trasera. Hablamos de un propulsor de 498,5 cc, dos tiempos y cuatro cilindros en configuración en U, que suena como una orquesta de adrenalina y humo azul.
El propietario, un piloto experimentado que asegura haber ganado varios campeonatos Bemsee (British Motorcycle Racing Club) con esta moto, ha sido claro sobre su estado actual: “Tiene algunos daños menores por una caída a principios de este año, y mi reparación de pintura no es muy buena, como se muestra en las fotos”. Nada que no se pueda arreglar con un poco de amor (y pintura a juego, claro).
La moto ha sido recientemente renovada para competir esta temporada, incluyendo pistones nuevos, cabezas de cilindro con juntas tóricas, carburadores ajustados a 30,5 mm, y un sistema de escape Jolly Moto que promete una curva de potencia tan plana como usable. Para rematar, incluye encendido Ignitech.
Ah, y no busques una palanca de arranque: el encendido es remoto, aunque hay posibilidad de reinstalar la palanca si lo prefieres a la vieja escuela. Además de la moto, el vendedor ofrece un paquete de repuestos bastante jugoso por 6.000 € más. Incluye otro motor RG500 listo para montar y una buena cantidad de piezas adicionales para mantener esta bestia rugiendo durante años.
La razón de la venta es bastante sencilla: una operación de hombro y otros compromisos personales han hecho que el propietario cuelgue el casco, al menos por ahora. Por eso, esta joya mecánica busca un nuevo piloto que la lleve al límite.
Está claro que no es una moto para todos. Con su mecánica dos tiempos y su configuración orientada a la pista, esta RGV500 pide a gritos un dueño que entienda su carácter y esté dispuesto a cuidarla como se merece.
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Si eres ese piloto (o simplemente alguien que quiere presumir de tener una moto con ADN de competición en el garaje), la tienes esperando en Cambridge, Reino Unido, y puedes contactar con el dueño en este enlace. Solo queda la pregunta de rigor: ¿te atreves a domar esta obra de arte en dos ruedas?