Javier Ortega @todocircuitoweb |
Cuando piensas en la Honda Monkey 125, probablemente te imaginas una simpática minibike ideal para paseos tranquilos. Pero en Tailandia, alguien decidió que este pequeño 'mono' necesitaba un cambio radical. Así nació la “Rocket Cowl Monkey 125”, un homenaje al estilo Bosozoku, esa subcultura japonesa que mezcla motos exageradas con una buena dosis de rebeldía.
Detrás de esta transformación está Advance Automotive Accessories, una tienda especializada en personalizar Monkey 125 y otros modelos. Liderada por el autoproclamado "Rey de las Monkey", Chayakrit Kaewwongwan, conocido como 'Winny Boy', esta tienda no es nueva en el arte de convertir lo normal en algo que no deja indiferente a nadie.
Para entender este curioso proyecto, hay que hablar de los Bosozoku, esas pandillas motorizadas que nacieron en Japón tras la Segunda Guerra Mundial. Formadas por jóvenes que buscaban adrenalina y un escape a la rutina, estas bandas personalizaban sus motos con diseños extremos: enormes carenados, colores llamativos y una estética que rozaba lo absurdo. Aunque las estrictas leyes japonesas prácticamente extinguieron esta subcultura, su espíritu sigue vivo en proyectos como esta Monkey 125.
La “Rocket Cowl Monkey 125” es un guiño directo a esta tradición. Equiparon a la moto con un carenado delantero desproporcionado, un parabrisas amarillo chillón, un faro cubierto de verde y un diseño que incluye dientes de tiburón pintados en los laterales. Como si esto no fuera suficiente, los tubos de escape, cuatro en total (dos a cada lado), se levantan hacia el cielo como si quisieran alcanzar las nubes.
Aunque pueda parecer que esta moto solo busca llamar la atención, detrás del diseño hay un trabajo técnico interesante. La suspensión delantera se alargó, mientras que la trasera se acortó para lograr esa postura inclinada tan característica. Además, se instaló una rueda delantera de 14 pulgadas, un tamaño inusual para este tipo de motos, manteniendo la trasera en 12 pulgadas con un neumático más ancho de lo habitual.
El asiento, forrado en blanco y con un diseño escalonado, remata el look al más puro estilo chopper. Pero no te dejes engañar: bajo todo este espectáculo visual sigue latiendo el humilde motor de 125 cc de la Honda Monkey, con sus 9,4 cv y su configuración de un cilindro que, sinceramente, no necesita más para mover sus 104 kilos.
La gran pregunta que surge al ver esta moto es: ¿para qué sirve? Y la respuesta es simple: para ser vista. Esta Monkey 125 no pretende ganar carreras ni ser la más cómoda en un viaje largo. Es un manifiesto visual, un homenaje a una cultura que celebraba la individualidad y el desafío a las normas.
“Bosozoku es un estilo que combina extravagancia y rebeldía. Queríamos capturar ese espíritu en una minibike moderna”, explicaron desde Advance Automotive Accessories. Y vaya que lo lograron.
Tailandia, conocida por su vibrante escena de personalización de motos, se ha convertido en un epicentro de creatividad para modelos como la Monkey 125 y la Super Cub 110. Tiendas como Advance Automotive Accessories no solo fabrican piezas personalizadas, sino que también lanzan ediciones limitadas que atraen la atención de entusiastas de todo el mundo.
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Y aunque este tipo de motos pueden parecer una rareza en Japón hoy en día, países como Tailandia están manteniendo vivo el legado Bosozoku. Incluso hay competiciones donde los participantes “tocan música” con sus motores, acelerando y jugando con el embrague al ritmo de sus propios conciertos mecánicos.