 Por John Fernández@johnfervar |
MotoGP no solo está formada por los pilotos que vemos encima de la moto carrera tras carrera. Detrás, hay personalidades muy importantes. Una de ellas, la más influyente de Yamaha en las últimas décadas, se acaba de jubilar. Lin Jarvis, el jefe saliente del equipo japonés en MotoGP, ha colgado la chaqueta después de haberse embarcado en el proyecto mundialista en 1998.
Entre los hitos de Jarvis destacan los múltiples títulos mundiales que ha conseguido desde finales del siglo pasado y hasta hoy. Bajo su bastón de mando supervisó los años dominantes de Valentino Rossi; el ascenso de Jorge Lorenzo o la rivalidad entre italiano y español, o el mundial de Fabio Quartararo, entre muchos otros acontecimientos.
Sin embargo, y salta a la vista, los últimos años han sido muy difíciles para el equipo azul. Desde el mundial de Quartararo en 2021, el equipo ha ido a pique junto con Honda. Pero si en algo destaca la labor de Jarvis ha sido en atar a dos campeones como Quartararo y Rins con contratos bianuales, además de negociar el regreso de la estructura satélite del Pramac para 2025.
Ahora su labor la llevará adelante Paolo Pavesio desde este 2025. Jarvis ya ha sido oficialmente sustituido, pero admite que se ha marchado de Yamaha con una espinita clavada: no haber ganado más títulos con Fabio Quartararo. Un “sueño incumplido” que no le ha impedido terminar su carrera sintiéndose como si hubiera “completado un buen trabajo”.
Así lo ha admitido el directivo inglés a una entrevista para una publicación griega que recoge Crash: “Yo diría que desde que ganamos el último mundial en 2021, incluso yo personalmente, no pensé que tendríamos tantas dificultades como en los últimos años”, se sincera Jarvis al respecto.
“Tenía la esperanza de que durante mi carrera, que sabía que llegaría a su fin tarde o temprano, ganaría al menos dos títulos más con Yamaha gracias a Fabio”, admite Jarvis, que dice que ese era “mi sueño, intentar llegar a los diez títulos”. Pero “desafortunadamente”, cita, “a mediados de 2022, nos dimos cuenta rápidamente de que Ducati estaba creciendo y la velocidad de desarrollo y rendimiento era demasiado rápida para nosotros”.
Jarvis habla de “problemas en 2022” y de que en 2023 “nos asociamos con Marmorini, quien nos ayudaría. A partir de entonces empezamos a reconstruirnos porque veíamos que Ducati, pero también otras europeas como KTM y Aprilia, estaban creciendo rápidamente”.
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Dice sentirse “feliz de poder irme a finales de este año con mi puesto, si me hubiera ido a finales del año pasado, habría tenido la sensación de que no había terminado ni remotamente mi trabajo. Antes, todavía no había bases para el futuro”, sentenció el directivo, ya jubilado.
