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Pedro Acosta ha viajado recientemente a la sede central de KTM en Mattighofen, Austria, en medio de la delicada situación financiera que atraviesa la marca. Este movimiento, encabezado por su representante Albert Valera, buscaba despejar las dudas sobre cómo la crisis económica podría afectar al ambicioso proyecto de MotoGP de la compañía.
KTM ha estado en el centro de atención las últimas dos semanas tras anunciar problemas financieros significativos. La empresa, que recientemente solicitó protección por insolvencia debido a deudas millonarias, enfrenta un proceso de reestructuración que podría incluir la pérdida de hasta 800 puestos de trabajo antes de finalizar el año. A esto se suma la decisión de no abonar el salario de diciembre a sus empleados, una medida que ha generado preocupación dentro y fuera de la compañía.
Estas circunstancias no han pasado desapercibidas para Acosta y su equipo. Pese a que el piloto ha mantenido la calma públicamente, las inquietudes sobre el impacto de esta crisis en el programa de MotoGP de KTM eran evidentes.
Durante su visita a Mattighofen, Acosta y Valera se reunieron con figuras clave del equipo de competición de KTM, incluido Pit Beirer, director de KTM Factory Racing. Según declaraciones de Valera, los directivos aseguraron que la división de carreras no se verá afectada por los problemas financieros que afectan a la compañía en su conjunto.
"Pedro y yo viajamos a Austria para entender de primera mano cómo está la situación del proyecto de MotoGP", explicó Valera en declaraciones a Motorsport.com. "A pesar de la complejidad del momento que atraviesa la empresa, la actitud en el equipo es positiva. Nos han reiterado en varias ocasiones que el deporte es el núcleo de KTM y que seguirán trabajando con el claro objetivo de competir por el título. Pedro salió de la reunión más tranquilo y confiado en el proyecto."
Desde KTM se ha subrayado que las carreras son una parte esencial de su identidad, y aunque sus acreedores han solicitado su retirada del Mundial de Motociclismo para sanear sus cuentas, los austriacos no dejarán MotoGP a corto plazo. Esta promesa ha sido crucial para mantener el compromiso de Acosta, quien firmó un contrato en mayo con la expectativa de unirse a un equipo fuerte y competitivo.
Valera había manifestado previamente su preocupación por la falta de comunicación de KTM en medio de la crisis, señalando que cuando se firmó el acuerdo, la empresa era un referente en crecimiento y beneficios. “En mayo acordamos unirnos a un proyecto ganador con un mensaje claro: estábamos preparados para competir contra Ducati. Ahora la situación ha cambiado drásticamente en solo seis meses”, comentó en el podcast Por Orejas.
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Sin embargo, tras la visita a Mattighofen, estas preocupaciones parecen haberse disipado en gran medida, al menos por ahora. Aunque la situación financiera de KTM sigue siendo delicada, la marca busca transmitir estabilidad en sus operaciones deportivas. La confianza depositada en su programa de MotoGP será fundamental para retener a pilotos de alto nivel como Acosta y para mantener su posición como uno de los equipos más competitivos de la parrilla.
