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¿Te imaginas tener en tu garaje una moto que no solo ha hecho historia, sino que además ha sido pilotada hasta la victoria por una leyenda como James Toseland? Pues ahora es posible: la Honda CBR1000RR Fireblade que ganó el Mundial de Superbikes en 2007 está a la venta. Eso sí, prepárate, porque su precio es apto para muy pocos bolsillos.
Esta Fireblade, preparada por el equipo privado Ten Kate Racing, no es una moto cualquiera. Estamos hablando de una máquina con 230 cv, construida antes de la era de la electrónica avanzada. Sin control de tracción ni ayudas al piloto, esta moto era un animal indomable que, en las manos de Toseland, consiguió victorias épicas en circuitos como Brands Hatch, Phillip Island y Brno.
James Toseland, dos veces campeón del mundo de Superbikes, describe esta moto como "la niña de sus ojos" y recuerda momentos icónicos de su carrera junto a ella. "Fue increíble batir a Troy Bayliss y Max Biaggi con esta moto. Era pura potencia y exigía lo mejor de ti en cada curva", comentó el piloto.
A diferencia de otras motos de competición, que suelen acabar en las fábricas o en manos de coleccionistas anónimos, esta Fireblade ha estado en la sala de estar de Toseland durante los últimos 17 años. "Incluí una cláusula en mi contrato con Ten Kate: si ganaba el campeonato, me quedaba la moto", explica.
La moto llega a su nuevo dueño con la mejor procedencia posible: directamente de las manos de James Toseland, quien además está dispuesto a firmarla y entregarla personalmente, junto con fotos y el trofeo del campeonato.
El nivel de preparación de esta moto es asombroso. El equipo Ten Kate, al no ser un equipo oficial de fábrica, tuvo que recurrir a soluciones ingeniosas. Por ejemplo, el basculante trasero fue diseñado por el legendario equipo de Kenny Roberts, y la moto superaba los 330 km/h en recta gracias a su motor de 999 cc afinado al máximo.
Toseland recuerda cómo esta moto era extremadamente exigente: “Tenías que trabajar duro para controlarla. Gastaba las pastillas del freno trasero cada dos sesiones para mantener la rueda delantera en el suelo. Pero si la llevabas bien, te daba resultados increíbles”.
El valor de esta moto no se mide solo en términos de potencia o tecnología; se trata de una pieza única de la historia del motociclismo. Fue la moto que llevó a Toseland a su segundo campeonato mundial, convirtiéndolo en uno de los pocos pilotos que ha ganado el título con dos marcas diferentes.
Además, su importancia histórica se ve reforzada por el hecho de que fue una de las últimas Superbikes sin ayudas electrónicas, representando una era dorada del motociclismo en la que todo dependía del talento del piloto.
Con un precio que rivaliza con el de una casa, esta Fireblade no es para todos. Pero para los coleccionistas y apasionados de las dos ruedas, representa una oportunidad única. Como señala el propio Toseland: "Es una inversión, una moto que no solo tiene historia, sino que también conservará su valor".
Si estás interesado, la moto está disponible en The Bike Specialists, en Sheffield, Reino Unido. Y para los más afortunados, la experiencia de compra incluye una ceremonia de entrega con Toseland. El precio de esta bestia histórica es de 149.999 libras esterlinas, unos 173.000 euros al cambio actual.
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