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Si pensabas que la BMW R1300GS era solo una maxi-trail para tus escapadas por el campo o tus largos viajes por carretera, prepárate para cambiar de idea. En el EICMA de este año, Puig se ha sacado de la manga un kit llamado PISTA, que transforma esta todoterreno alemana en una bestia híbrida, lista para devorar kilómetros tanto en carretera como en circuito. ¿Cómo lo hacen? Con aerodinámica de F1, piezas de alta tecnología y un diseño que grita: "¡Dame más velocidad!"
Puig ha trabajado a fondo en esta transformación. La BMW R1300GS Pista no solo es un cambio de estilo, sino una reinvención técnica. Ahora, esta máquina combina la versatilidad de una trail con las prestaciones de una moto de circuito. Sí, esas dos palabras que nunca pensaste ver juntas: GS y alerones.
Y ojo, que no son decorativos. Los spoilers frontales y laterales generan una fuerza descendente que mejora la estabilidad a alta velocidad, evita el molesto "shimmie" del manillar y hasta actúa como un anti-wheelie aerodinámico. Todo esto sin depender únicamente de ayudas electrónicas. Pura ingeniería al servicio del piloto.
¿Sabías que los frenos en un circuito sufren más que tú en un lunes por la mañana? Por eso, Puig le ha montado a esta R1300GS unos discos de freno GALFER Wave de 230 mm. Además, incorpora un sistema de refrigeración que mantiene las pastillas a temperatura óptima. Así, en esas frenadas al límite, sentirás siempre un tacto preciso y una respuesta consistente.
La combinación de unas llantas de carbono ROTOBOX y neumáticos Pirelli Diablo eleva el nivel de la moto. La rueda delantera, de 17 pulgadas, es más ligera y reduce la masa no suspendida, lo que mejora la agilidad de la moto. ¿El resultado? Una conducción más rápida y precisa, ideal tanto para curvas rápidas como para esas apuradas de frenada que tanto gustan en los circuitos.
Puig ha rediseñado la cúpula con un enfoque completamente nuevo. Ahora, la pantalla aerodinámica y los deflectores laterales canalizan el aire de manera más eficiente, reduciendo la turbulencia y mejorando el flujo en torno al piloto. Incluso han añadido un sistema de regulación para ajustar la pantalla a tu gusto. Esto no solo mejora el CX (coeficiente aerodinámico), sino que también hace los trayectos largos más cómodos.
Y si hablamos de comodidad, los nuevos deflectores tienen doble funcionalidad: abiertos para dejar entrar aire fresco en verano, cerrados para evitar el frío o el calor extremo. Porque sí, también han pensado en el piloto que no solo vive de la velocidad.
La nueva cubierta del depósito no solo mejora la estética, sino que también optimiza la ergonomía. Ahora tendrás mejor agarre con las piernas, lo que se traduce en más control al pilotar. Además, puedes personalizarlo con pintura o vinilo. Porque una moto como esta merece lucir única.
Para rematar, Puig ha añadido detalles que son pura joyería para moteros: manetas ajustables 3.0, espejos integrados en los protectores de maneta, estriberas R-Fighter y tapas de aluminio para los depósitos de líquido. Todo, con ese toque de calidad y diseño que ya es marca de la casa catalana.
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