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Pedro Acosta ha recibido luz verde para competir este fin de semana en el Gran Premio de Tailandia, tras someterse a una revisión médica el jueves. Sin embargo, su estado físico sigue siendo una incógnita, ya que aún arrastra molestias en el hombro tras la dura caída en Phillip Island. Si bien podrá volver a subirse a su GASGAS RC16, los dolores que sufre podrían marcar su rendimiento en un circuito tan exigente como Buriram, por eso los médicos le han obligado a pasar mañana una segunda revisión al término del FP1 de MotoGP.
Acosta, quien ha tenido unas semanas complicadas, vuelve a la acción con la presión de obtener buenos resultados, aunque consciente de que no está en su mejor forma física. Después de dos caídas en Japón y un accidente en Australia, el vigente campeón de Moto2 ha visto frenada su progresión, y a día de hoy lidera el ranking de caídas en la clase reina. Lo que parecía un meteórico ascenso, ahora se ha transformado en una dura batalla contra el calendario y las lesiones.
“La caída en Australia fue bastante fuerte”, explicó hoy el piloto del Puerto de Mazarrón al reflexionar sobre lo sucedido en Phillip Island. “Al día siguiente no podía mover el brazo como quería. Phillip Island es un circuito muy físico, y simplemente no hubiera podido controlar la moto en las secciones rápidas. No me quedaba otra opción que renunciar a correr el domingo”. A pesar de los contratiempos, los exámenes médicos han descartado fracturas, aunque su hombro sufrió un ligero desplazamiento de los ligamentos, algo que aún le causa molestias.
Si bien el equipo médico le ha dado luz verde para competir, Acosta es realista con respecto a lo que puede esperar en Buriram. “La lesión no requiere cirugía ni intervenciones adicionales, lo cual es un alivio, pero necesito más tiempo y fisioterapia para recuperarme por completo”, confesó el joven piloto. “Esta semana ya empecé con un tratamiento específico y he mejorado bastante, pero los médicos me dijeron que no estaré al 100% durante algunas semanas”.
El gran reto para Acosta será lidiar con el dolor, que es ahora su mayor enemigo. “El dolor es el único factor limitante. Tendré que ver cómo me siento en la pista, pero en teoría debería estar bien, porque Buriram es un circuito que se ajusta bastante bien a mi estilo y a la moto. Aquí se frena fuerte y la aceleración es importante, dos aspectos que suelen jugar a mi favor”.
Sin embargo, el piloto de 20 años no se limita a pensar solo en su estado físico. En la cabeza de Acosta también está la clasificación del campeonato. A pesar de la reciente racha de caídas, todavía tiene posibilidades de acabar la temporada en una destacada quinta posición.
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Actualmente, está a 11 puntos de Brad Binder, quien será su compañero en KTM la próxima temporada. Pero no todo es tan sencillo, ya que también deberá mirar por el retrovisor: Maverick Viñales, quien está solo 10 puntos por detrás, podría arrebatarle su sexta plaza en la clasificación general.
