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La situación de Scott Redding en el test de Jerez ha tomado un giro inesperado y complicado debido a problemas contractuales con su antigua fábrica, BMW. El piloto británico, que hace solo unos días renovó con el MGM Bonovo para la temporada 2025 del Mundial de Superbikes, tenía previsto probar una Ducati Panigale V4R proporcionada por el equipo de pruebas de Ducati en Jerez, pero se le prohibió subirse a la moto. ¿La razón? BMW no le ha liberado oficialmente de su contrato según informa Speedweek.com.
Redding, quien debía iniciar su nueva etapa en el equipo alemán con una primera toma de contacto antes de la pausa invernal, pasó todo el día del test en el paddock, vestido de cale y observando desde la línea de boxes. La moto, que Ducati había transportado desde Bolonia hasta Jerez especialmente para él, se mantuvo inactiva durante toda la sesión, un hecho que desconcertó a muchos en el paddock.
El problema radica en que, aunque Redding llegó a un acuerdo con BMW para finalizar su contrato antes de lo previsto, todavía no se ha alcanzado una resolución económica que cierre completamente su relación contractual. "He terminado mi colaboración con BMW al final de la temporada 2024, algo que lamento profundamente. Mi equipo está gestionando las consecuencias que esto implica", declaró Redding pasado domingo, cuando se anunció oficialmente su continuidad con el MGM Bonovo, escudería que ha dejado atrás su relación con BMW para iniciar una nueva aventura junto a Ducati.
Sin embargo, esta salida no ha sido tan sencilla como parecía, ya que BMW aún no ha emitido una autorización que permita a Redding competir con otra marca. Conviene recordar que el piloto británico tenía contrato en vigor directamente con la fábrica alemana hasta finales de 2025, y se ha encontrado con que su equipo, el MGM Bonovo, ha cambiado de máquina para el próximo año, apostando ahora por la Panigale V4 R en lugar de la M 1000 RR de BMW.
Ducati, por su parte, exigió la documentación que confirmara que Redding ya no está vinculado a BMW, o en su defecto, un contrato formal entre el británico y el equipo MGM Bonovo que los eximiera de cualquier posible reclamación por incumplimiento contractual. Al no recibir la confirmación de BMW, Ducati decidió no permitir que Redding pilotara la moto.
La respuesta oficial de BMW ha sido el silencio. La marca alemana ha rehusado hacer comentarios sobre asuntos contractuales, lo que ha generado aún más incertidumbre en torno a la situación. En el paddock, algunos rumores sugieren que el problema está relacionado con la compensación económica que BMW debería pagar a Redding por la rescisión anticipada de su contrato, aunque esto no ha sido confirmado.
La situación deja a Redding en una posición delicada. Tras haber estado en el box del MGM Bonovo sin poder subirse a la moto, el piloto decidió abandonar el circuito a media tarde, junto con su representante y el jefe del equipo MGM Bonovo, Jürgen Galinski. Mientras tanto, los responsables de Ducati, que se habían apresurado para llevar la moto hasta Jerez, se quedaron sin poder hacer nada más que observar cómo su esfuerzo no servía de nada.
En lo que respecta a los próximos pasos, se especula con la posibilidad de que Redding tome medidas legales contra BMW si no se llega a una resolución en las próximas semanas. La falta de un acuerdo económico entre ambas partes podría desembocar en una demanda, aunque de momento Redding no ha hecho ninguna declaración oficial sobre este asunto.
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El test en Jerez tenía como objetivo ofrecer a Redding la oportunidad de familiarizarse con su nueva montura antes de la pretemporada de 2025, pero esta oportunidad se ha esfumado debido a estos obstáculos contractuales. Mientras tanto, el equipo MGM Bonovo se queda en una situación incierta de cara a sus preparativos para la próxima temporada, esperando que se resuelvan los problemas entre BMW y su nuevo piloto.