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Ducati lo ha vuelto a hacer. Justo cuando pensábamos que la nueva Panigale V4 S ya era una obra maestra por sí sola, va y nos das la posibilidad de tunearla hasta el extremo con un catálogo de accesorios que bien podría confundirse con el presupuesto de un coche de alta gama. Sí, amigos, hemos configurado una Panigale V4 S con todos los extras posibles y el resultado es tan impresionante como demencial.
Vamos a recordar la base desde la que partimos, porque la Panigale V4 S de por sí ya es un bicho serio. Con un precio de 37.990 euros, esta moto no es precisamente un juguete barato. Hablamos de una superbike que viene de fábrica con un motor de 1.103 cc, capaz de entregar 214 CV a 13.000 rpm y un par de 124 Nm a 9.500 rpm. Además, viene equipada con suspensiones electrónicas Öhlins, frenos Brembo y un chasis monocasco que parece más sacado de MotoGP que de una moto de carretera.
Pero claro, en Ducati han decidido que, si tienes el dinero y las ganas de exprimir cada gramo de rendimiento de esta joya, te van a dar todas las herramientas posibles para ello. Y aquí empieza la locura.
El Paquete Sport (1.233,22 €) incluye piezas de fibra de carbono y accesorios de aluminio macizo, como el porta-matrículas de carbono, que parece que va a hacer que tu moto sea más aerodinámica, aunque todos sabemos que lo compras porque se ve brutal. Le añades unos contrapesos rojos y tapones negros, y ya tienes una Panigale que podría ganar concursos de belleza en cualquier pista. Ah, y no olvidemos las levas de freno y embrague, por supuesto.
Si eres de los que les gusta tener la moto mimada hasta en su sitio de descanso, el Paquete Paddock (615,56 €) te da caballetes delantero y trasero, más una alfombra para que la Panigale no toque el suelo sucio del garaje.
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Si algo grita “no escatimamos en nada” es el escape completo de titanio Akrapovič (8.712,00 €). Aquí no estamos hablando solo de una mejora estética o sonora. No, esto es puro rendimiento: más potencia (+6%), más par (+7 Nm) y 6,6 kg menos de peso. Imagina a esta bestia rugiendo en el circuito, todo gracias a un tubo de escape que, de paso, cumple con los límites sonoros exigidos en pista (por si decides ser mínimamente civilizado).
Por si el escape no fuera suficiente para hacer sentir que llevas una MotoGP bajo tus posaderas, añadimos un embrague en seco (3.696,94 €). Este pequeño capricho, extraído directamente del mundo de las carreras, transforma completamente la experiencia de conducción y añade ese sonido característico que hará que todo el mundo se gire al escuchar el rugido en seco de tu Ducati. Solo este extra cuesta lo mismo que una moto de gama media, pero aquí estamos hablando de nivel Pro.
Si hay algo que abunda en el catálogo de accesorios de Ducati es el carbono. Aquí tenemos guardabarros, cubiertas de embrague, alas, protectores de basculante, y hasta el cuerpo del asiento monoplaza. Sumando todos estos caprichos de fibra de carbono, el precio ronda los 5.000 euros. Y sí, todo esto lo ponemos para que la moto pese menos, aunque la diferencia será mínima en una moto que ya pesa 175 kg. Pero, de nuevo, el carbono es puro lujo visual y el sonido del dinero bien invertido.
Hablando de carbono, las llantas de carbono (5.808,00 €) merecen mención aparte. Son la cereza del pastel para cualquier purista de Ducati. Este par de ruedas reduce el peso no suspendido y mejora la agilidad en los cambios de dirección. Así que, si quieres que tu Panigale sea aún más precisa en curvas, ya sabes lo que tienes que hacer: dejarte otros casi 6.000 euros.
Además del derroche en piezas de carbono y el rugido del escape de titanio, la Ducati Panigale V4 S también viene cargada con tecnología de otro planeta. Si eres de los que disfrutan analizando hasta el último detalle de cada vuelta en circuito, el Ducati Data Logger (DDL) (1.210,00 €) es tu nuevo mejor amigo. Este sistema te permite grabar todos los datos de tu moto en pista gracias a su GPS integrado.
Pero no te quedes ahí, porque si además instalas el DAVC Race Pro (665,50 €), el software desarrollado junto a Ducati Corse, podrás afinar cada parámetro del motor y los sistemas de control, logrando un rendimiento óptimo según las condiciones de pista.
Y si un día decides olvidarte de los circuitos y hacer una ruta larga, no te preocupes, porque esta Panigale también sabe mimarte fuera de la pista. El control de crucero (266,20 €) te permite relajarte en las autopistas mientras disfrutas del paisaje. Y para no perderte ni un solo desvío, puedes optar por el software de navegación Turn by Turn (66,03 €), que te irá guiando giro a giro en tus rutas. Todo esto lo puedes complementar con el Ducati Multimedia System (274,68 €), para tener conectividad total: llamadas, música y hasta las instrucciones del GPS directamente en tu casco.
Llegamos al final del recorrido y el total suma 71.550,97 €, casi el doble de lo que cuesta la Panigale V4 S de serie. ¿Es esto una locura? Bueno, depende de cómo lo mires. Si tienes el dinero, lo que estás obteniendo no es solo una moto, es un pedazo de tecnología y diseño italiano llevado al extremo. Es un capricho para los sentidos, un juguete de lujo para quien busca lo mejor de lo mejor.
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Así que, si quieres ir por ahí con una moto que haga que incluso los dueños de Lamborghinis se giren para mirarla, entonces esta Panigale V4 S full equip es tu arma definitiva. Eso sí, prepara la cartera, porque Ducati te está esperando para vaciarla.
