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El de Aragón no fue un buen fin de semana para Luca Marini ni para el resto de pilotos Honda. El de Urbino se marchó de Alcañiz con las manos vacías, quedándose fuera de la zona de puntos tanto en la Sprint Race del sábado (fue 16º) como en la carrera principal del domingo, donde tuvo que lidiar con un inesperado problema en su RC213V que arruinó por completo sus aspiraciones.
El piloto italiano completó la vuelta de warm-up con normalidad, se colocó en la 20ª posición de la parrilla de salida y esperó a que se apagara el semáforo de Motorland; entonces llegó el desastre: cuando toda la parrilla aceleró a fondo, la moto de Marini se apagó, quedándose clavado en la pista. Por fortuna, al salir tan retrasado nadie le golpeó ni puso en peligro a otros pilotos, pero tuvo que empujar su moto hasta el pitlane, reiniciarla junto a sus mecánicos y empezar su carrera desde el carril de box.
"La moto se ha apagado, no sé por qué, tendremos que echarle un vistazo", explicó Luca tras la carrera. "Es una pena, porque nos estamos acercando paso a paso, pero no nos arriesgamos. Hoy se han caído muchos pilotos, así que habría sido fácil estar en los puntos", valoró el italiano, finalmente 17º.
El hermano de Valentino Rossi se dejó 55 segundos por este problema, y cuando completó su primera vuelta, ya estaba 1 minuto y 2 segundos del líder de la carrera, Marc Márquez. De ahí en adelante, Marini se dedicó a rodar durante 23 vueltas totalmente en solitario, como si fuera un entrenamiento libre; sin referencias por delante, el italiano empezó a preocuparse en las últimas vueltas de la carrera, cuando vio que Márquez se acercaba peligrosamente a él para doblarle.
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"Después de algunas vueltas mejoré, y mis tiempos por vuelta fueron similares a los de los otros pilotos de Honda. Ese es el potencial de nuestra moto en estos momentos. En condiciones difíciles nos cuesta más que en condiciones normales, es parte del proceso. Ahora miramos hacia Misano, que es una pista completamente diferente, con mucho agarre y condiciones normales", comentó el piloto de 27 años.
Finalmente, Marini vio la bandera a cuadros a 1 minuto y 52 segundos del piloto del Gresini Team, que se quedó a solo un puñado de segundos de doble al integrante del Repsol Honda Team: "Fue muy difícil porque las condiciones de la pista no perdonan. Si te sales de la trazada normal, es un desastre. Es muy fácil perder mucho tiempo y concentración. Pero miré la pantalla, vi al líder e intenté acelerar para que no me adelantara, así encontré mi motivación".
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Luca Marini quiso evitar a toda costa que Marc Márquez le doblara, y para ello se imaginó que la carrera la estaba liderando él y que su rival catalán estaba intentando quitarle la victoria: "Imaginaba que yo estaba al frente de la carrera y que Márquez venía presionando para adelantarme. Al final, le gané y Márquez fue segundo", zanjó entre risas Marini, tirando de su sentido del humor para aliviar un domingo muy complicado para el italiano.
