 Por John Fernández@johnfervar |
A Marc Márquez no se le planteaba el mejor fin de semana desde que llegó al Gresini. Una caída tempranera en forma de ‘highside’ este viernes durante los entrenamientos libres dejaron al 93 arrastrado por los suelos, y con una preocupante imagen para la afición. Al final, un importante dolor costal, pero sin fractura de importancia, lo que le ha permitido una cuca remontada.
Este sábado arrancaba con ciertas sensaciones los entrenamientos clasificatorios. Pero cuando estaba preparado para hacer un ‘time-attack’, Stefan Bradl irrumpió en su trazada en la última vuelta que tenía guardada el 93, que al final, se fue al garete. Saldría 13º; pero ya ha protagonizado alguna que otra remontada con la Ducati, y este fin de semana, podría hacer otra, no era imposible.
Efectivamente, así lo hizo, escalando hasta siete posiciones. De salir 13º el 93 fue rascando posiciones poco a poco hasta quedar 6º, y ganando por tan solo 0.003 a Maverick Viñales en un paso por línea de meta del que los comisarios tuvieron que tirar de ‘photo finish’ para saber quién había ganado realmente. La remontada de Márquez no fue tan épica como para subir al podio, pero fue solvente.
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— MotoGP™🏁 (@MotoGP) July 6, 2024
El 93 volvía a sonreír a la vuelta, ya en los micrófonos: “Tenía ritmo”. Y vaya que si lo tenía, porque en sus vueltas limpias, el ritmo del 93 era prácticamente calcado al de la cabeza de carrera. Sin embargo, no es el fin de semana indicado: “Es verdad que salir 13º en Sachsenring, por muy bien que sea un circuito que se me haya dado bien en el pasado, pues cuesta mucho adelantar porque hay dos puntos, lo otro ya es un tren y vas tirando detrás”, explicaba.
“Lo importante, y con lo que me quedo”, proseguía Marc, “es que cuando tenía vueltas limpias rodaba muy similar a la cabeza de carrera. Si hubiese hecho un fin de semana perfecto podría estar o pelear con los de arriba”, comentaba el 93, que a pesar de ello, ha sido capaz de pasar de la 13ª a la 6ª plaza.
Consciente de que no todo ha ido bien, el piloto del Gresini cree que ha hecho “un fin de semana desastroso, el peor del año, han salido todos los problemas posibles y hemos tenido toda la mala suerte posible, así que toca salvarlo mañana”.
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En este circuito es donde también ha notado más diferencia con la Honda, de la que todavía tiene algún vicio: “Es lo que más me está costando”, adelantaba, en relación al tema: “Es uno de los puntos donde va relacionado con la vuelta rápida, en ese punto hay un ligero empuje de la rueda trasera delantera donde la Ducati tiene mucho grip y estaba toda mi carrera deportiva que ahí, justo, teníamos menos grip y podía pararla derrapando. Si la Ducati, intentas eso, te caes”.
