 Por John Fernández @johnnyfumi |
De tal palo, tal astilla. Bueno, casi. Cuando un campeón del mundo de motociclismo tiene un hijo, hay una alta probabilidad de que también se sienta atraído por el mundo de la competición, y que, en consecuencia, tenga más oportunidades. O al menos un acceso más fácil a ellas. Lo que uno no se espera es que cambie de disciplina, o sí.
El de Brisbane es uno de los pilotos más laureados de la historia del motociclismo, y solo por detrás de Marc Márquez, Valentino Rossi y Giacomo Agostini.
Pues su hijo Jack Doohan, ha heredado su amor por la competición, pero no tanto por las motos, sino por los coches. El hijo de Mick emerge como uan de las promesas más interesantes de la Fórmula 1 para los próximos años, y ya ha hecho sus primeros pinitos. De hecho, para este 2024 es el piloto de reserva para Alpine, lo que supone un importantísimo paso previo antes de cerrar algún contrato en la F1.
En consecuencia, y como su rol de piloto reserva y de F2, estuvo en la ronda inaugural de la F1 en Albert Park, en casa, en Australia. Allí tuvo lugar un emocionante y bonito reencuentro entre padre e hijo. Ambos salieron a pista juntos con motivo del GP inaugural del mundial. El legendario campeón del mundo de 500 cc y su hijo compartieron pista, algo que no sucede muy a menudo, pero lo peculiar es que uno lo hizo sobre moto y otro en un coche.
El piloto de F2 se puso al volante de un Benetton B200 con motor V10 de la temporada 2000; una joya en extinción que fue pilotado por Alex Wurz y Giancarlo Fisichella. A su lado rodaba Mick Doohan sobre una vieja conocida: la Honda RC213V de MotoGP, pero con los colores tributo de su NSR. ¿El motivo? El 30 aniversario del primero de sus cinco títulos consecutivos en 500 cc.
A special day for the Doohans 🥰
— Formula 1 (@F1) March 23, 2024
Jack and Mick Doohan take to the track together in Melbourne for a special demo ❤️#F1 #AusGP pic.twitter.com/Zae6JX1ysj
Así que padre e hijo protagonizaron una emotiva vuelta a Albert Park ante la atenta mirada de todos los espectadores, que pudieron disfrutar del rugido de dos viejas máquinas pertenecientes a dos tiempos ya muy lejanos. Tanto que se han convertido en motos exóticas.
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“Siempre que puedo subirme a una moto en este tipo de eventos, es un verdadero placer. Se cumplen 30 años de mi primer título mundial en 1994. El tiempo pasa muy rápido, y ahora voy a estar en la pista con mi hijo, lo que será un momento muy especial para los dos. Sigo apoyando a Jack y respaldando sus esfuerzos en su carrera hacia el objetivo de competir en la Fórmula 1. Ambos estamos muy ilusionados por ofrecer un espectáculo ante los aficionados locales en Melbourne durante el fin de semana del Gran Premio en Albert Park”, dijo Doohan aprovechando el evento.
