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El mercado de las motos de carreras es cada vez más accesible gracias a las redes sociales. Hasta ahora, la compraventa de máquinas de competición estaba reservada a pequeños coleccionistas privados o gente adinerada con muchos contactos dentro del paddock, un hermetismo que poco a poco se ha ido diluyendo y que ha dado a pie a un mercado mucho más amplio en el que cualquier mortal puede llevarse a casa una moto de nivel mundialista.
El último ejemplo lo encontramos en esta unidad de Kalex Moto2 ubicada en Annecy, Francia, aunque disponible para su envío a cualquier punto de Europa. Se trata de la moto con la que Miguel Oliveira dio el salto al Mundial de Moto2 en 2016 de la mano del Kiefer Racing, portando los colores de Leopard Racing junto con el británico Danny Kent.
Los más avispados dirán que la moto no perteneció a Oliveira por los carenados de fibra de carbono de Italtrans, pero el propio vendedor aclara en el anuncio que estos plásticos fueron un regalo del propietario del Italtrans Racing al dueño anterior de la moto. De hecho, el número de bastidor no engaña, y una comprobación rápida sirve para confirmar que, en efecto, es un chasis Kalex 2016 comprado por el Kiefer Racing.
La moto está en un estado excepcional y lista para rodar sin gastarse un euro. El motor es el propulsor original usado en aquellos años, un tetracilíndrico de 599 cc fabricado por Honda -el mismo que empleaba la CBR 600 RR- con 136 cv de potencia medidos en banco. El propulsor ha sido reconstruido recientemente y, de hecho, se encuentra todavía en pleno rodaje.
La moto incorpora muchos muchas piezas de nueva factura: suspensiones Öhlins, pinzas radiales Brembo con pastillas, un nuevo basculante Kalex, llantas forjadas, el sistema de escape SC Project... No falta, tampoco, la telemetría original 2D con BigDash y el sistema de cambio semiautomático up/down para subir y bajar de marcha sin accionar el embrague.
La moto se entrega con un amplio paquete de recambios que incluye un escape Arrow, radiadores nuevos, otro juego de juego carenados y más piezas de recambio. Su vendedor recuerda en el anuncio que esta moto costaba nueva cerca de 100.000 euros en el año 2016, por lo que ahora la vende a un precio de 38.900 euros lista para salir a pista y con el mantenimiento hecho durante un buen puñado de kilómetros.
Nadie dice que sea barata, pero por algo más de lo que cuesta una superbike de producción en un concesionario, puedes tener en tu garaje una de las motos que han competido en el Mundial de Moto2 con unos gastos de mantenimiento relativamente bajos al equipar un motor de producción de 600 cc. Si te animas, puedes contactar con el vendedor a través de este enlace.
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