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Álex Márquez está a punto de arrancar la que será su segunda temporada en el equipo Gresini Racing. Tras firmar en 2023 su mejor curso hasta la fecha en MotoGP -acabó 9º y ganó dos carreras al Sprint-, el piloto de Cervera afronta el 2024 con la determinación de estar lo más arriba posible en cada carrera, consciente de que tanto él como su hermano Marc llevarán sendas Desmosedici GP23, la moto campeona del mundo.
A solo unas horas de reencontrarse con su máquina en los test IRTA de Malasia, el dorsal #73 ha hablado en Sepang sobre cuáles serán sus prioridades de cara a los próximos días, empezando por "entender un poco más el carácter del motor, ver las diferencias con la moto de 2022. Tenemos que entender cuáles son nuestras necesidades, y trabajar mucho en la electrónica. Lo demás es bastante similar, pero el carácter del motor es el punto principal en el que quiero centrarme".
Durante su breve toma de contacto en Cheste con la GP23, el menor de los Márquez ya pudo apreciar varias diferencias en su máquina de 2022 y la moto que llevará este año: "El freno motor parece que mejora, pero a la hora de acelerar, la forma de en la que llega a potencia es diferente. También es cierto que Valencia es un circuito muy especial, allí las condiciones fueron un poco diferentes".
Tanto Álex como Marc contarán con la ayuda de un nuevo miembro de la escudería Gresini, el bicampeón del mundo Manuel Poggiali, cuya labor se centrará en grabar a los Márquez a pie de pista para, después, analizar con ellos sus trazadas y las de sus rivales.
A este respecto, Álex Márquez ha comentado que "aquí tendremos a Manuel Poggiali, que estará también con nuestros equipos de Moto2 y MotoE. Es un piloto rápido y con mucha experiencia, nos ayudará sobre todo con el video análisis. Cada día haremos un análisis en profundidad de toda la información que recogida en vídeo. No siempre ayuda, a veces cuando tienes tantos datos, se genera un poco de confusión".
Además de hablar de sus expectativas de cara al test IRTA, Álex Márquez también ha recordado este lunes lo ocurrido la semana pasada en Portimao, cuando él y su hermano Marc auxiliaron a Franco Morbidelli tras una fuerte caída en la curva 8 del trazado luso.
El #73 ha contado que "nosotros estábamos pasando la curva cinco, y vimos la bandera roja en los paneles. Cuando llegamos a las curvas siete y ocho, justo en el cambio de dirección, vimos que se había caído ahí, es un sitio muy peligroso. Franco estaba en una posición muy mala, inconsciente, así que bajamos de la moto y le colocamos en posición lateral para que pudiera respirar, y entonces empezó a respirar".
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"La ambulancia tardó unos dos minutos en llegar, fueron dos minutos muy largos" se sincera un Álex Márquez que en absoluto se ve a sí mismo como un héroe por la ayuda que le prestaron a Morbidelli: "¿Héroes? No, creo que fue una reacción normal. Cualquier habría reaccionado igual", matiza el de Cervera.
