 Redacción @todocircuitoweb |
Álvaro Bautista se ha cansado de las críticas constantes que recibe su Panigale V4 R por ser la moto más competitiva de todo el paddock. En la pasada cita de Portimao, la estrategia que siguió el dorsal #1 en las dos carreras del domingo le valió a Bautista para adelantar a Toprak Razgatlioglu a sólo 200 metros de la línea de meta, dos adelantamientos en los que Álvaro sacó petróleo del motor de su Ducati y también de la prodigiosa tracción que la Panigale V4 R ofrece a sus pilotos, muy superior a la que puede tener Toprak Razgatlioglu con su Yamaha.
El turco se vio obligado a castigar más que nunca sus neumáticos para poder mantener a raya a Bautista el domingo, y eso acabó pasándole facturar en la última vuelta de la Superpole Race y la Race 2, quedándose sin tracción detrás para, al menos, complicarle la vida al español en la recta de Portimao.
El enfado del piloto de Yamaha nada más cruzar la línea de meta -llegó a romper la cúpula de un puñetazo- fue más que evidente, y así lo hizo notar el propio Toprak tras la carrera. El turco aseguró que su moto "parecía una supersport" acelerando frente a la Ducati de Bautista, y dejó claro que, por su lado, habría sido imposible ofrecer un mejor pilotaje sobre la Yamaha R1, dejando en evidencia la superioridad de la superbike italiana.
Desde el año pasado, las críticas de los rivales de Álvaro Bautista siempre se han centrado en su moto; pocas veces hemos escuchado a Toprak o a Jonathan Rea exigir motos más rápidas y competitivas a sus propias fábricas y seguir el ejemplo de Ducati, es decir, volcarse de verdad en superbikes y desarrollar una moto de producción capaz de plantarle cara a un modelo tan bien pulido como la Panigale V4 R, máquina que a su vez aprovecha soluciones de la Desmosedici de MotoGP, como su motor de cuatro cilindros en V.
El propio Álvaro quiso reivindicar en Portugal los esfuerzos que su fábrica ha realizado por poner en pista una moto tan rápida y a la vez efectiva, capaz de aclimatarse a cualquier pista tal y como el talaverano ha venido demostrando los dos últimos años. "Ducati ha invertido mucho dinero en desarrollo y mejoras, pero luego uno se pregunta por qué el el reglamento perjudica a unas motos para que las motos peores estén más cerca", valoró el dorsal #1 en declaraciones recogidas por Speedweek.com.
Para Bautista "no es justo castigar a un fabricante que ha invertido mucho", una crítica que va dirigida al recorte de revoluciones que viene sufriendo el motor de la Panigale desde el inicio de la campaña 2023. Para el español, el camino a seguir es explotar las súper concesiones que este año se han puesto en marcha y que permiten a fabricantes como Honda recurrir a diseños de chasis que no derivan de la moto empleada en su CBR 1000 RR-R de producción.
"A Honda, entre otras cosas, se le ha permitido utilizar un chasis diferente para mejorar", recuerda ahora el vigente campeón del WorldSBK. "Ducati está usando una moto de serie, sólo que con 1.000 revoluciones menos. La Honda es ahora más o menos un prototipo porque no puedes comprar la moto así. Al final, es mejor permitir que un fabricante alcance un nivel superior que degradar a otro a un nivel inferior. Es más justo".
Y también opina sobre la situación de la máquina que dominó el campeonato entre 2015 y 2020, la Kawasaki Ninja ZX-10 RR, una moto que claramente se ha quedado atrás en términos de rendimiento frente a la Ducati e incluso la Yamaha R1, especialmente en esta segunda mitad de temporada con un Jonathan Rea totalmente desconocido.
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Bautista cree que "la base de la Kawasaki es probablemente de 2014, y no se puede luchar contra un modelo actual con una moto así. Han cambiado muchas cosas desde entonces. Los neumáticos ya no son los mismos, la electrónica y los frenos se han vuelto más potentes. Cuando sacas una moto nueva, el fabricante tiene que hacer cambios en este sentido. Lo que necesitan es una moto completamente nueva", valora un Álvaro Bautista que está a las puertas de sellar en Jerez su segundo título mundial de superbikes consecutivo.
