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No es ningún secreto que Honda está viviendo una de sus peores rachas en mucho tiempo, ocupando la penúltima plaza en el mundial de constructores por delante de Yamaha. Los japoneses no terminan de encontrar la solución a sus problemas, los cuales hacen que la moto sea cada vez más crítica.
La firma del ala dorada es la que más caídas lleva en lo que lleva de año, una situación que ha llevado a tres de sus cuatro pilotos a pasar por el hospital y verse forzados a perderse varias carreras. Y entre tantas bajas y el pobre rendimiento de la Honda, resulta incluso difícil encontrar a día de hoy una RC213V en la zona de puntos, algo absolutamente inconcebible hace sólo tres años.
En Assen, Alberto Puig fue franco sobre el ambiente que se vive en HRC, y habló de la posibilidad de que Dorna ayude a las fábricas japonesas con algún tipo de concesiones; el expiloto catalán afirmó que desde Honda no necesitan que la organización les facilite el trabajo y les ayude a fabricar una moto que sea competitiva desde el inicio con una base mejor: “A priori, desde el principio, Honda tiene que hacer una moto que funcione mejor. No hay que esperar a que te ayuden desde el campeonato a que tu moto funcione. Hay que hacer una moto que desde la base funcione mejor, estamos en ello, pero es evidente que no lo hemos conseguido”.
El team manager del Repsol Honda Team ha asegurado que en Japón les perjudicó el cierre de las fábricas en plena pandemia, pero ha indicado que lo ideal sería adaptar la moto al reglamento del campeonato: “Llevamos unos años de retraso, es evidente, no hay que ser muy listos, los datos lo demuestran. La historia no es que el campeonato te ayude, es que tú puedas encontrar la moto y luego te pones a merced del campeonato sea cual sea la reglamentación. Si tienes ayudas o concesiones no depende de nosotros”.
“Sería un error pensar en eso (las concesiones”, apuntaba el español, que dejaba entrever que existía un problema de comunicación entre los representantes japoneses que están en los circuitos y los ingenieros de la fábrica: “Hay que pensar en llegar a un nivel competitivo. Japón está muy lejos, y la gente que está aquí del equipo japonés viven el día a día y son conscientes de lo que está pasando. No es fácil que toda la información llegue a Japón como es realmente, pero eso ya no es trabajo nuestro, es trabajo de los japoneses que están aquí que tienen que intentar llegar la información”.
Por último, el de Honda ha reconocido que la aparición de nuevas marcas europeas que han apostado por la tecnología y la aerodinámica han hecho que las fábricas asiáticas vayan varios pasos por detrás, por lo que tendrán un largo camino por delante que recorrer para estar a la altura de los pilotos de cabeza: “Al final los que hacen la moto son ellos, sale de la fábrica de gente que tiene experiencia haciendo motos. Lamentablemente, la reglamentación actual y la irrupción de las marcas europeas en arriesgar y desarrollar ha hecho que los japoneses estén en una situación, no de desventaja pero si detrás de ellas. Nosotros siempre reportamos y explicamos la situación. De todas maneras por mucho que expliques, el resultado del domingo todo el mundo lo puede ver”, concluía Alberto Puig.