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 Redacción @todocircuitoweb |
Marc Márquez se marchó de Alemania con dos lesiones y lo que parece ser una pérdida de confianza total en Honda. El piloto catalán afrontaba la cita de Sachsenring con la esperanza de encontrar algo positivo en una pista en la que ha sumado la friolera de ocho triunfos en MotoGP desde la temporada 2013, un trazado que siempre se ha adaptado como un guante a su agresivo estilo de pilotaje.
El mensaje del #93 nada más pisar suelo alemán durante la tarde del jueves fue claro: "En principio debería ser un circuito favorable, si sufrimos aquí, apaga y vámonos". El catalán llegó a Sachsenring decidido a arriesgar más de la cuenta para intentar darle una alegría a su box, un esfuerzo que finalmente no trajo sus frutos y que sólo ha servido para que Márquez sume cinco caídas más y se vaya de Alemania con dos lesiones en el cuerpo.
El viernes ya fue difícil para un Marc que se quedó fuera del top 10 en la clasificación combinada de las dos Prácticas, protagonizando aquí su primera caída; el sábado sufrió tres incidentes más, uno de ellos junto a Johann Zarco en la curva uno de Sachsenring que acabó con la Ducati del francés destrozada y con una polémica sobre quién tenía la culpa, si Marc por perder el control de la moto en la frenada o de Zarco por salir del carril de boxes sin mirar.
El catalán salvó los muebles y se clasificó 7º en parrilla; su Sprint Race fue discreta, acabando fuera de los puntos (fue 11º) y dejando claro que ese era el nivel actual de la RC213V si el piloto que está subido en ella no está dispuesto a arriesgar. Y es lo que hizo Marc: llevó la moto al box intacta, pero lejos de los mejores.
El domingo se torció para el de Cervera en su segunda vuelta del warmup; una volada en la curva 7, a 160 km/h, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia del catalán. Se marchó de la escapatoria cojeando del mismo tobillo derecho que ya se había lastimado el día anterior, y cuando pasó por la enfermería del circuito, los médicos le encontraron una pequeña fractura en el dedo pulgar de la mano izquierda.
Pese a los daños en la mano y el tobillo, los médicos entendieron que Márquez estaba en condiciones físicas para correr, y le dieron el 'Fit'. Pero el #93, en su cabeza , ya estaba fuera del Gran Premio de Alemania. Por eso se reunió con los jefes de Honda en su motorhome y les dijo que ahí se terminaba su fin de semana en Alemania, sólo una hora antes de arrancar la carrera del domingo.
"Ha sido una decisión propia", decía Marc poco después al micrófono de DAZN, nada más bajar del motorhome. "Después de cuatro o cinco caídas, sobre todo después de la de esta mañana, pues no me siento listo para correr y hacer la carrera. He decidido calma y en Holanda más. No me siento listo. Tengo muchos golpes en el cuerpo, en el tobillo, una pequeña fractura...".
El ocho veces campeón del mundo no perdió el tiempo; anuló sus ruedas de prensa programadas para la tarde, y salió de Alemania en el primer avión con destino a Madrid, donde aterrizó con el tiempo suficiente para llegar a su casa y ver tranquilamente el partido de la selección española contra Croacia por el título de la Nations League.
El propio Marc se encargó de mostrarle a todos sus seguidores el momento en el que arrancaba el partido; lo hizo con un breve vídeo en su cuenta de Instagram, donde también se podía ver al de Honda recibiendo un tratamiento de magnetoterapia en su maltrecho tobillo derecho. Márquez incluso adjunto una foto del estado en el que estaba la pierna antes de ser tratada, presentando una hinchazón realmente notable.
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El Mundial de MotoGP no descansa, y este próximo viernes se celebrará el Gran Premio de Los Países Bajos, el último previo al parón estival; de momento, la presencia del #93 en esta cita sigue en el aire a la espera de saber cómo evolucionan las lesiones que sufrió en Alemania y, sobre todo, saber si moralmente está con ganas de seguir jugándose el típico sobre una moto que no deja de lesionar a todos los pilotos que se suben a ella.
