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 Redacción @todocircuitoweb |
Ser la mejor Honda en la general de MotoGP sigue sin ser motivo suficiente para que Alex Rins reciba por fin el tan esperado chasis Kalex que los pilotos oficiales llevan usando desde la cita de Le Mans. Pese a haber transcurrido casi un mes desde la disputa del Gran Premio de Francia, Honda todavía no ha tenido bien suministrarle a Rins este nuevo bastidor con el que Marc Márquez y Joan Mir acabaron contentos tras su estreno en territorio galo, un chasis que, sobre el papel, incrementa la confianza y el aplomo del tren delantero de la RC213V a tenor de sus comentarios.
De momento, y salvo sorpresa, Rins tendrá que seguir corriendo con el chasis de este año como mínimo hasta el mes de agosto, o al menos eso es lo que han trasladado desde la fábrica japonesa. Tanto en Mugello como en las próximas citas de Alemania y Assen, el #42 tiene previsto usar "el mismo chasis que en las últimas carreras, la versión con la que me siento más cómodo", explicaba hoy en Italia durante su rueda de prensa.
Rins y el personal del LCR Honda Team sólo pueden aferrarse al paquete con el que arrancaron la temporada, el mismo con el que Álex se subió al peldaño más alto del podio de Austin. Lamentablemente, el nuevo formato de fin de semana que ha adoptado ahora MotoGP con la entrada de la Sprint Race no facilita las cosas al equipo italiano, incapaz de aprovechar las tandas del viernes para experimentar cosas y buscar soluciones a sus problemas actuales.
"Mi jefe técnico y el equipo han estado estudiando los puntos débiles que más me preocupaban en las últimas semanas", cuenta Rins. "Tienen algunas ideas para la puesta a punto, además de una combinación diferente para la horquilla delantera y el amortiguador. Pero el nuevo formato de MotoGP, con los dos entrenamientos importantes del viernes, ha dificultado mucho el hacer pruebas. Así que tenemos una moto con la puesta a punto que debería adaptarse a Mugello. Y luego tenemos la segunda moto con algunas modificaciones. Eso es todo".
A pesar de que Alex Rins está más o menos conforme con el rendimiento de su moto, no oculta que "por supuesto que me gustaría probar el chasis Kalex", pero eso es algo que no depende ni de él ni tampoco de su jefe de filas, Lucio Cecchinello: "No soy yo quien decide eso, es Honda. Hay que preguntar allí", indica a la prensa.
Antes de viajar a Italia, el piloto barcelonés le consultó al LCR Team si Honda, después de tres semanas de parón, había tenido tiempo para fabricar más chasis Kalex y tener disponible alguna unidad para su equipo satélite. La respuesta fue clara: "Le pregunté a mi jefe de equipo si Honda nos daría la oportunidad de probar el chasis Kalex aquí. Me contestó: 'De momento no está previsto. Eso es todo lo que sé'", lamenta un Rins que prefiere no opinar sobre este extraño retraso a la hora de recibir esta pieza tan importante: "No puedo decir nada al respecto", se limita a comentar.
Volviendo a la moto de este año, el piloto español ha vuelto a destacar el potencial de la RC213V; Rins asegura que, de su lado, no se ha encontrado con esos problemas de grip trasero que tanto sufrieron expilotos de Honda como Pol Espargaró: "Leí algunos comentarios de pilotos el año pasado en los que se quejaban de no tener suficiente agarre en la rueda trasera. Pero en las carreras de este año, yo no he tenido esa impresión", cuenta al respecto.
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Para él, el mayor problema que tiene la RC213V actual lo encuentra "al frenar con la moto inclinada", un área que se ha convertido "en el punto débil" de la Honda. "Es lo que más me preocupa en estos momentos. Además, Mugello no es una pista en la que los neumáticos traseros se desgasten mucho. Pero tenemos estas chicanes repartidas por todas partes en las que tienes que frenar inclinado. Así que tenemos que encontrar un buen compromiso en la puesta a punto", resume sobre lo que espera encontrarse este fin de semana en Italia.
