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El mercado de fichajes del Mundial de Superbikes ya ha comenzado, y ha sido de la mano de uno de los pilotos protagonistas del campeonato. Hace una semana Toprak Razgatlioglu anunciaba que, de cara a la próxima temporada, dejará su Yamaha habitual y se unirá al equipo oficial de BMW, donde uno de sus pilotos no continuará el próximo año.
Son muchos los rivales pendientes del turco y de su rendimiento, especialmente Scott Redding, que tiene su futuro en el aire y tendrá que decidir en breve si continuar o no con la firma alemana. En ese sentido, el veterano piloto no ha dudado en afirmar que tiene el tiempo justo para evaluar cualquier tipo de oferta que tenga.
En Misano, el piloto británico ha comentado que le ha sorprendido el fichaje del #54 por BMW, aunque asegura que se muestra cauto y espera conocer cuál será su rendimiento sobre una moto tan especial como la alemana: “Ha sido todo una sorpresa para mí, como lo ha sido para todos. No sé lo que puede aportar, es todo un misterio para mí cuando miro el estilo de pilotaje que tiene. El tiempo dirá”.
Redding lo tiene claro y ahora le toca jugar sus cartas y pensar en su futuro más próximo. Con el fichaje de Razgatlioglu, el británico tiene una presión adicional en un momento en el que tendrá que valorar las tres opciones que tiene encima de la mesa: seguir en BMW, cambiar de equipo o plantearse su retirada al final de año.
El compañero de equipo de Michael Van der Mark lo tiene claro, y quiere aprovechar hasta el último momento para tomar una decisión sobre su futuro, aunque ahora mismo solo le preocupa seguir desarrollando la moto: “No puedo decir mucho, tengo hasta el 15 de julio para tomar la decisión de quedarme o no con BMW. Estamos trabajando tan duro como podemos con BMW para hacer que la moto sea lo mejor posible, así que veremos. Ahora solo queda esperar para ver cómo se resuelve la situación de Toprak, que ha sido un poco impactante para todos, así que veremos en breves”.
Lleva dos años pasando desapercibido, pero eso no le preocupa en exceso a Redding, que apunta que en este preciso momento solo valora una opción y esa no es otra que seguir compitiendo un año en el Mundial de Superbikes, descartando la retirada al final del 2023.
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Centrado en seguir trabajando en el desarrollo de la BMW, el británico lo tiene claro y su prioridad es mantenerse en la estructura, aunque no se cierra otras puertas del paddock después de un periplo por el equipo más complicado de lo esperado: “Estamos mirando alrededor, pero nuestra prioridad es quedarnos en BMW, han sido dos años difíciles para mí. Estamos trabajando duro, pero no es donde quiero estar”, concluía Scott Redding.