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¿En busca de unicornio? Pues si tienes muchas ganas de revivir historia viva del motociclismo y una cartera suficientemente holgada tenemos buenas noticias para ti. Hemos encontrado una Yamaha R7 Haga Factory en venta. La mala noticia es que tu cartera o cuenta bancaria tiene que ser tan ostentosa como lo que vale un piso o casa, literalmente.
Primero vayamos con lo bueno. Es una moto totalmente original, de fábrica y comprada directamente a Yamaha Motor France. El propietario, en el anuncio de venta en la web Racebikemart ha señalado que “tiene todos los papeles y está en buen estado”. Lo malo es el precio de esta R7: ¡150.000 euros! Pero estamos ante una joya única de la que solo hay 500 unidades en todo el mundo.
Por si no sabes ante la joya ante la que estás, te lo refrescamos. Esta R7 es historia viviente del mundo de la competición. ¿Te suena el nombre de Noriyuki Haga? Su apellido es quien da nombre a esta moto. En la temporada 2000 del Mundial de Superbikes se corría con motos de 750 cc tetracilíndricas… ¡Contra bicilíndricas de 1.000 cc! Puro espectáculo a finales de los 90 y principios de los 2000.
Esta moto nació en 1999, fecha por la que entonces Ducati dominaba el panorama, uno de sus últimos años lúcidos. Pues aun con las bicilíndricas de 1.000 cc dando guerra, Yamaha fue capaz de poner pies en polvorosa y plantarle cara a las motos de ‘mil’. La YZF-750 cc OW2 o R7 era el arma secreta que Iwata tenía preparada.
¿Cómo nació esta moto? El reglamento del WSBK obligaba a las fábricas a construir 500 unidades de la moto para poder competir. Así que esta R7 es una de esas 500 motos, y encima cumple con todas las homologaciones de calle, por lo que sí, podrías sacarla de ruta los domingos. Naturalmente había otra especificación para Superbikes, pero la versión de calle venía con 135 cv, que es concretamente la unidad que está en venta.
La unidad de carreras subía la apuesta hasta los casi 170 cv. El precio de esta moto por aquel entonces era ya de por sí caro, y fue principalmente vendida a pilotos privados para correr en competiciones americanas, europeas y japonesas. Concretamente, la moto de costaba 30.000 euros.
Cuenta con homologación para la calle, pero ese no era su cometido, sino que fue una obligación legal por la que Yamaha tuvo que pasar por el aro. La R7 venía con llantas Marchesini, chasis réplica de las 500 cc Gran Premio, unos 160 kg en la versión de carreras…
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Noriyuki Haga es el piloto japonés que dio nombre a esta moto tan especial. Una moto épica para plantarle cara a las bicilíndricas de 1.000 cc con la que Haga rozó la gloria, pero que acabó siendo penalizado por diversos motivos (como el cambio de proveedor de neumáticos). Ahora es todo un unicornio en venta a precio de lujo.