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DAZN ofrece a todos los aficionados al motociclismo la primera entrega de la nueva temporada de ‘La Caja de DAZN’. En esta ocasión, Carlos Checa, piloto y comentarista de la plataforma, charla con Ernest Riveras sobre varios temas del pasado y el presente, entre ellos uno de los momentos que marcaron la carrera del español en el paddock de 500.
El 3 de julio de 1998, Checa sufrió un grave accidente en el circuito de Donington Park, durante la primera sesión de entrenamientos del Gran Premio de Gran Bretaña de 500cc. Checa perdió el control de su Honda y se estrelló contra las barreras de protección, sufriendo un fuerte impacto en el abdomen.
El catalán fue trasladado en helicóptero a un hospital de Nottingham, donde le practicaron una cirugía de urgencia para extirparle el bazo y detener la hemorragia interna que ponía en riesgo su vida. Checa se mantuvo en estado crítico durante varios días, pero logró recuperarse y volver a las pistas dos meses después.
Rememorando aquellos días tan difíciles, 'El Toro' recuerda con amargura aquel triste episodio de su carrera deportiva: "Hubo un momento que no podía respirar. Me desperté, estaba ahí Alberto Puig también, no veía nada y tenía el cuerpo paralizado. Volví a sangrar y me volvieron a abrir. Te quedas en manos de la gente y yo me puse a rezar. Si en algún momento de mi vida he rezado fue ahí".
Sobre lo que le pasó por la cabeza en esos momentos, asegura que "fueron mis momentos más difíciles. Te olvidas de todo y lo único que piensas es en poder volver a caminar. Estaba tan jodido que no podía ni tirarme un pedo. Igual se perdió algo del piloto, pero se ganó algo de persona. Ahora cuando me 'taladro' por alguna cosa, pienso en aquel momento y se acaba el problema".
El de Sant Fruitós de Bages corrió para el equipo oficial Yamaha durante seis temporadas, tres de ellas sobre la YZR 500 de dos tiempos y las tres últimas ya con la MotoGP, la M1. El catalán recuerda con nostalgia cómo vivió en sus carnes la llegada de Valentino Rossi a la estructura de Iwata, un fichaje que se produjo en 2004, cuando el italiano venía de ganar tres títulos de la categoría reina consecutivos, todos con Honda.
El #46 se encontró entonces con una moto, la Yamaha, que no estaba rindiendo en manos de sus pilotos, y de la noche a la mañana Rossi la convirtió la YZR-M1 en una moto campeona del mundo, algo que impresionó Carlos Checa, por entonces compañero del italiano en el Gauloises Fortuna Yamaha: "Sinceramente, nosotros no creíamos que Valentino era capaz de ganar con la Yamaha, y lo hizo, y para mí fue una lección, porque cuando encuentras unos límites en la moto... no sé, quizás nos dormimos un poco", admite el español.
"Valentino llegó con energía, creo que era su mejor momento. Además, tenía como una revancha, pensaba 'creéis que gano porque llevo una Honda, lo vais a ver'. Yamaha también trabajó muchísimo, hizo un cambio brutal, y al mismo tiempo fichó a Valentino. Trabajamos muchísimo con la moto, creo que hicimos un gran trabajo con Yamaha, de hecho tengo una gran relación con ellos. Pero la satisfacción es que al año siguiente hicieron una moto nueva y tuvieron que volver a la vieja, que es la que habíamos dejado nosotros", dice Checa con picardía.
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El primer campeón español del WorldSBK admite abiertamente que "para mí fue una lección" lo que hizo Rossi con la Yamaha en 2024: "Valentino fue una persona muy transparente, tal cual lo podemos ver. Muy competitivo, tenía una habilidad enorme y una capacidad mental de gestión. Para mí fue un aprendizaje, mantengo con él una relación excepcional. Fue una oportunidad compartir box durante un año con uno de los mejores pilotos que han existido", sentencia Checa.