.jpg)
 Redacción @todocircuitoweb |
Desde 2016, todas las fábricas que compiten en MotoGP están sujetas a una misma ECU y software únicos suministrados íntegramente por Magneti Marelli, una empresa italiana filial de Fiat S.p.A. con más de 100 años de historia a sus espaldas. Esta medida, sumada al del suministro exclusivo de neumáticos por parte de Michelin, sirvió para igualar el campo de juego en materia de electrónica, aunque hubo fábricas como Ducati que no tardaron en fichar a varios ex-empleados de Magneti Marelli para maximizar el rendimiento del cerebro electrónico de sus motos y aprovechar hasta el último byte de información.
Durante los últimos ocho años, Magneti Marelli ha ido introduciendo actualizaciones de software y diversas mejoras en la gestión de esta centralita, y de cara a 2023 el especialista italiano tenía programada una actualización completa del hardware con el fin de aumentar la potencia de la ECU y permitir cálculos más rápidos.
Sin embargo, según informa Motorsport.com, Magneti Marelli se ha encontrado con una piedra en el camino: la ya conocida crisis de semiconductores que todavía sigue afectando a todos los sectores tecnológicos, una situación que ha dado como resultado un retraso generalizado en los plazos de entrega del producto final y que, a su vez, ha encarecido numerosas materias primas asociadas a la fabricación de este tipo de chips.
Hasta ahora, los equipos de la clase reina usaban una ECU (Engine Control Unit) denominada 'Ago', y para este 2023, Magneti Marelli tenía previsto entregar a todos las escuderías una nueva versión 'Baz' más potente y rápida. El paddock de MotoGP contaba con estrenar esta nueva ECU en el primer test de Sepang celebrado en febrero, y fue entonces cuando llegó la sorpresa: la falta de semiconductores había impedido a Magneti Marelli fabricar las 44 centralitas que se emplean en MotoGP (una por moto, y cada piloto tiene dos prototipos en el box), de modo que tuvieron que tomar una decisión: entregarle la versión nueva únicamente a los equipos de fábrica.
De este modo, en Malasia, las estructuras satélite tuvieron que seguir empleando la ECU del año pasado, si bien el software de ambas (tanto la 2022 como la 2023) es exactamente idéntico. Las fábricas de MotoGP cumplieron además con el encargo por parte de Magneti Marelli de hacer una comparación entre ambas centralitas, y en general nadie notó mejoras sustanciales en pista.
Sólo Aprilia acusó "unos pocos problemas" con la versión 2023 de la ECU Magneti Marelli por la falta de desarrollo del hardware, aunque el sentimiento entre todos los equipos oficiales es que podrán ponerla a punto en Portimao con motivo del test de dos días que se celebrará el 11 y 12 de marzo, por no mencionar el test privado que también acogerá Jerez y en el que participarán varias fábricas.
A menos de un mes para el inicio de la temporada en el sur de Portugal, algunos se preguntan si el campeonato puede arrancar con motos equipadas con distintas versiones de la ECU. En principio, el reglamento de MotoGP recoge que todos los prototipos están obligados a montar el mismo modelo de centralita, la Magneti Marelli IPS-160, pero no se hace mención al uso de distintas versiones de este mismo hardware, por lo que, legalmente, no debería haber impedimentos para que MotoGP estrene el curso 2023 en Portimao pese a que existe la posibilidad de que los equipos satélite compitan con la centralita del año pasado.
Leer también: Vendida la MotoGP 2013 de Colin Edwards a precio de Ducati Panigale V4 S
Según publica GPone.com, la MSMA (Asociación de Fabricantes) ya se ha puesto en marcha, y contemplan dos escenarios distintos para estas primeras carreras: esperar a que haya suficientes ECUs del nuevo modelo y seguir usando la centralita de 2022, o bien que sólo los equipos de fábrica empiecen el año con la ECU 2023 y el resto esperen a que Magneti Marelli pueda suministrar el resto de centralistas a los equipos privados.
