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Una de las caras más conocidas e importantes para el paddock de MotoGP es Davide Tardozzi. Su rol como jefe de equipo de Ducati solo precede a una histórica carrera que empezó como piloto y que incluso le llevó a ser el primer ganador de la recién estrenada serie del WorldSBK en 1988, con un triunfo en Donington Park en una Bimota. A sus 64 años (recién cumplidos) sigue ganando, aunque ahora desde el otro lado de la pista. El italiano tiene mucho que ver con los triunfos de Ducati, tanto como Gigi Dall'Igna.
Recuerda que en sus inicios "desgraciadamente no fui campeón porque perdí un Campeonato del Mundo que tenía prácticamente ganado y no tuve una carrera larga debido a un accidente". Una carrera que dice, le "enseñó mucho para lo que he hecho después y creo que muchos de mis errores me han servido también para saber cómo se puede ayudar a un piloto".
Por sus manos han pasado campeones mundiales a lo largo de muchos años. Antes de Bagnaia o Lorenzo también pasaron hombres como Troy Bayliss o Troy Corser. En una entrevista a GPOne rememora a los dos pilotos, con quienes sigue manteniendo una buena relación aun a día de hoy.
El más especial, "Bayliss, tengo una amistad muy especial con él. También tenía un talento innato que puso en práctica, aunque un poco tarde, pero con excelentes resultados". Quien más problemas le dio fue Corser, "un piloto a la antigua usanza, de los que no desdeñan una cerveza. Era un piloto al estilo Lucchinelli. Le gustaba correr, pero también divertirse", comenta Tardozzi sobre el piloto australiano.
Y cuenta alguna anécdota un tanto pasada de tono que ahora simplemente sería imperdonable: "Más de una vez tuve que ir a buscar a Corser, que estaba especialmente mal. Años más tarde supe que en 1995 en Misano subió dos veces al podio después de que le llevaran de vuelta al motorhome a las 4 de la mañana no en buenas condiciones que digamos".
Por su lado también ha pasado Jorge Lorenzo en la etapa en la que fichó en Ducati antes de retirarse en Honda. Para Tardozzi es el "piloto más difícil de manejar" y quien más "tiempo llevó de tomarle la medida". Aunque dice que "ahora seguimos teniendo una excelente relación, me llevó un tiempo, también porque cuando llegó a Ducati ya era 5 veces campeón del mundo. Nos llevó algún tiempo entendernos".
Más de lo mismo para Dovizioso, quien "a pesar de ser un muy chico, tiene la cabeza muy dura, y no era fácil de manejar porque cambiar su mentalidad era difícil".
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Ahora tendrá dupla de italianos a sus órdenes: Bagnaia y Bastianini, quien para él, sorprendemente se llevn muy bien: "Se les ve bien juntos, en Madonna di Campiglio, una mañana bajé a desayunar y me los encontré hablando entre ellos, en la comida y en la cena estaban siempre en la misma mesa, sin que nadie les dijera nunca que lo hicieran. Han entendido que en este momento la colaboración es fundamental para los dos, y también saben que ayudaremos a los dos de la misma manera y tendrán las mismas posibilidades de ganar.".