 Por John Fernández @johnnyfumi |
Fabio Quartararo siempre ha demandado más a Yamaha, y los japoneses no quieren perderlo. Con tal de ello, claudicaron ante las exigencias del francés (también económicamente) con el propósito de darle una M1 competente, al menos, a la altura de las Ducati Desmosedici.
Las cosas han cambiado mucho en la fábrica de los diapasones, y ahora están a la cola de los italianos; y a pesar de que su piloto estrella sigue siendo competitivo, le falta algo: una moto. Se acabaron aquellos tiempos de dominio absoluto de Honda y Yamaha, momentos en los que Lin Jarvis, director del proyecto de Yamaha en MotoGP, sabe muy bien que hay que ser “muy cauto a la hora de comprar a un piloto con otra época como tal”, ha dicho a Crash.net.
Recuerda que en “los viejos tiempos los llamados cuatro extraterrestres estaban a un nivel muy diferente al de los demás, ganándolo todo entre ellos”, en referencia a la etapa de dominio en pista de Rossi, Lorenzo, Stoner y Pedrosa. Sin embargo, ahora se ha repartido el pastel, dice, “entre 8 y 10 pilotos que compiten con regularidad y se ven muchos ganadores”.
A pesar de vivir otra etapa radicalmente diferente, opina que “siempre hay talentos extraordinarios y excepcionales, y Fabio es sin duda uno de ellos”, a quien califica como “un tipo que tiene algo más”. Jarvis glorifica a su piloto por sus dotes: “Chulería, habilidad, tiempos de reacción relámpago, comprensión de la moto… Muchos elementos diferentes y Fabio tiene todos”.
Valora que más allá de ser “genial encima de la moto”, también lo es “fuera de la moto”, algo que en su box consideran importante porque “algunos pilotos tienen la capacidad de conseguir que un grupo a su alrededor se compenetre, de trabajar juntos, como un equipo”.
Jarvis pone de ejemplo a Valentino Rossi, con quien trabajó en Yamaha durante muchos años, contabilizando numerosos éxitos: “Es un ejemplo de ello, y Márquez también”, en quien pone la vista porque “dentro de HRC están muy unidos, y Fabio también”.
Lo que suceda en la temporada 2023 será determinante para el futuro de Quartararo, que tiene contrato con los de Iwata hasta finales de 2024. Jarvis quiere que se quede: “Espero que se quede en Yamaha muchos años, y creo que tiene potencial para ser campeón del mundo varias veces”, vaticina.
Ser campeón del mundo le supuso también un cambio de mentalidad al francés: “Creo que el título le dio una tranquilidad personal de haber logrado su objetivo, cierta confianza, cierta madurez. Vimos el paso el año anterior a ser campeón. En ese invierno dio un paso adelante y un cambio de mentalidad en su enfoque de las carreras”.
Leer también: Albesiano: "La primera carrera de Aprilia en MotoGP fue dramática"
Dice Jarvis que Quartararo “se convirtió en una persona más tranquila y racional, menos propenso a la ira y la frustración”, aunque admite que son reacciones que “todavía tiene, porque cualquier piloto tiene esa rabia si no lo consigues”.
