 Redacción @todocircuitoweb |
Para Álex Márquez, Honda es historia en el sentido más amplio de la palabra. En sus últimas apariciones en la prensa, el #73 ha dejado claro su desencanto con la RC213V, un discurso muy similar al de su compatriota Pol Espargaró, que también militó para la marca del ala dorada sin mucho éxito. El cambio ha sido de 180º, de bajarse de una japonesa para subirse a una italiana ganadora del mundial, la Desmosedici GP22.
En una reciente entrevista al medio MCN, Álex ha querido resaltar la “tranquilidad” con la que afronta este parón invernal en comparación a otros años porque sabe que “la moto a la que me subiré cuando vuelva" es competitiva y por eso "no me tendré que hacer cientos de preguntas sobre lo que me encontraré”, y ya augura un 2023 “lleno de esperanza y expectación”.
Aunque eso está por ver, sabe que “necesitaba un cambio porque quedarme hubiese significado morir” en referencia a su etapa de Honda. Claro y tajante ha pasado del blanco al negro: “Ahora tengo una moto sobre la que sé que puedo hacerlo bien. Luego todo dependerá de mi muñeca derecha”.
Para Márquez, el 2022 “fue especialmente un año duro”, y culpa a Honda de “correr con la misma moto de Qatar a Valencia. ¡La misma!” argumentando que “la moto es competitiva, sí, pero hacer 20 carreras con la misma es difícil mientras tus oponentes reciben material”, una estrategia que a Álex no le parecía la mejor idea para una fábrica de tan alto nivel.
Luego hubo un cambio de actitud en el equipo, y no fue por su parte. Cuando comunicó que finalmente se iba al Gresini con Ducati, “lo intentamos todo, pero no funcionó, desde que dije que me iba, no recibí nada más. No digo que no funcionase el equipo, sino que no funcionó Honda”, explica.
Sobre su nuevo equipo cree que “el primer contacto fue muy positivo” en Cheste, donde pudo hacer un total de 73 vueltas (como su dorsal) subido a la Desmosedici GP22. No quería que nadie fuese con él al equipo porque “Gresini es un equipo que es una familia y tiene una muy buena imagen”.
Conocer a Gigi Dall'Igna, para el pequeño de los Márquez “fue lo mejor” que pasó en Valencia, comenta. “Vino mucho a mi box, me presentó a su equipo, quería tener una reunión” a pesar de que dice, “no tengo contrato con Ducati, no tenía por qué venir y preguntarme qué tal, pero quería escuchar a todos y mejorar su moto”, en referencia a que su contrato no depende de Ducati, sino de Gresini. A pesar de ello, el genio del Ducati Lenovo Team se preocupó por las sensaciones del piloto español.
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“No estaba acostumbrado a ese nivel de atención”, explicó el 73, que dice que normalmente “llegaría a mi esquina, buscaría a mi jefe de equipo y eso sería todo”, al menos dice que así fue su etapa en Honda, preocupándose de resaltar en la entrevista la diferencia entre el “equipo LCR, que estaba ahí, y Honda no".
