.jpg)
 Redacción @todocircuitoweb |
Día de encuentro con los medios de comunicación para Marc Márquez. El piloto del Repsol Honda ha acudido este miércoles al Museo de Estrella Galicia (A Coruña) donde ha tenido la oportunidad de compartir escenario con otro deportista del mundo del motor, Carlos Sainz, con el que guarda una excelente relación personal ahora que ambos comparten vecindario en Madrid.
El piloto de 29 años ha ofrecido un breve repaso a esta última temporada que finalizó en Valencia el pasado mes de noviembre, un año marcado por su cuarta intervención quirúrgica, sus problemas de diplopía y por un esperanzador regreso en el que Marc volvió a ser el único piloto Honda capaz de ser competitivo sobre la RC213V, algo que este año no ha logrado ninguno de sus compañeros de marca.
"Tras la lesión hice algunas buenas carreras, con velocidad, pero no me vale para ganar", reconoce el #93, que firmó un podio esperanzador en Australia. "Tengo que tener estabilidad y cuanto más ayude la máquina, mejor será", recuerda el catalán en alusión al paso adelante que Honda debe dar con la moto de 2023.
Por primera vez en tres años, Marc disfrutará de un invierno más o menos normal, sin operaciones ni tediosas sesiones de rehabilitación, aunque sin dejar de lado la consolidación de la fractura que sufrió en su húmero derecho hace ahora dos años y medio: "Estoy con un tratamiento más específico para intentar buscar el cien por cien en ese brazo con cuatro operaciones, porque la obligación es luchar por el Mundial. Estoy trabajando en ello para en enero empezar a trabajar en conjunto para llegar a mi máximo. Y en pretemporada veremos dónde estamos".
Pese a sus constantes problemas físicos, Márquez jamás ha tirado la toalla. Así lo demuestran las 18 caídas que ha sufrido este año a pesar de haberse perdido ocho grandes premios por lesión o convalecencia, un compromiso que el piloto de Cervera mantendrá en 2023 con la esperanza de recuperar la gloria para Honda: "Vas encima de una moto, no de un animal. Si das gas vas más rápido y si no, más lento. Pero mi ADN es arriesgar. Se vio en la última carrera de Valencia, quería estar en el podio y apreté. Pero no esperaba que me tuvieran que operar en mitad de temporada, o que empezara una pesadilla. Pero quien la sigue, la consigue".
El 2023 verá la llegada de las carreras al sprint, un nuevo formato con el que Márquez parece estar cómodo e ilusionado, aunque es consciente de que los fines de semana serán ahora más exigentes y agotadores a nivel físico: "Es un formato nuevo, con poco tiempo para adaptarse. Será más exigente. Seguro que se tendrá que amoldar ese formato, pero es normal. Se prueba algo y luego se tendrá que amoldar a la exigencia de equipos y pilotos. Pero estamos ahí para correr, cuantas más carreras mejor".
Y centrado ya en 2023, el ocho veces campeón del mundo ha hablado de las malas sensaciones con las que se fue del test oficial celebrado en Cheste y de la confianza que sigue depositando en HRC, especialmente después de comprobar en Japón los últimos avances que sus ingenieros han conseguido a lo largo de las últimas semanas: "Siempre exijo el máximo a mi equipo y a a la marca. El test de Valencia no fue como esperaba, pero estuve en Japón cinco días, tuve muchas reuniones y la intención está. En febrero traerán cosas a los test, pero es una bala, lo que pruebes ahí es lo que tendrás todo el año".
Leer también: Jorge Lorenzo: "En 2015 cogí a Mela Chércoles y le dije `Hazme esta pregunta sobre Rossi´"
Pese a la incertidumbre que ahora mismo existe sobre Honda y el potencial de su nueva moto, Marc afirma estar tranquilo y convencido de que el próximo año se encontrará con una moto más competitiva: "Confío en Honda, el equipo humano es maravilloso y falta que la máquina funcione lo mejor posible. Mi tranquilidad es que, cuando volví de la lesión, hice unas cuatro últimas carreras buenas, con primeras líneas y la velocidad está. Pero no me vale con velocidad; para ganar también tienes que tener constancia y ritmo, y cuanto más te ayude la moto más fácil será".
