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Jack Miller no parece haber tenido suficiente con las 20 carreras que este año ha disputado en el Mundial de Motociclismo. El futuro piloto del Red Bull KTM Factory Racing quiere cerrar el año a lo grande, despidiéndose de la que ha sido su fábrica desde 2018, Ducati, y por eso competirá este fin de semana en la última ronda del Campeonato Australiano de Velocidad.
El de Townsville ya tuvo la oportunidad de competir en su campeonato de casa a finales del año pasado, también en el Bend Motorsport Park, circuito en el que nunca había corrido antes. Su debut en el ASBK no fue nada malo, y aunque la primera carrera no la pudo acabar tras ser golpeado por otro piloto, en la Race 2 fue capaz de subir al podio al manillar de su Ducati Panigale V4 R.
Este año, Miller regresa al mismo escenario, de nuevo con Ducati, aunque esta vez lo hará de un modo especial: formando su propio equipo, el Thriller Motorsport, junto a sus amigos Josh Hook y Marcel Schrotter. Curiosamente, a pesar de que los tres competirán bajo la misma insignia, lo harán con motos diferentes: Jack correrá con su Panigale V4 R, Hook con una Honda Fireblade y Schrotter se subirá a una Yamaha R1.
Para Miller, "es increíble estar de vuelta aquí y hacerlo con tres motos", un proyecto que se complicó a última hora por culpa del retraso que sufrió parte del material que debía llegar desde Europa: "Ni siquiera puedo comenzar a agradecer a toda la gente: tuvimos que traer muchas cosas desde Europa y algunas se perdieron, no acabamos de pintar los carenados hasta el lunes... ha sido una pesadilla, pero lo hemos armado todo en Townsville y ya estamos aquí para probar suerte".
En lugar de inscribirse en la carrera dentro de algún equipo del ASBK ya consolidado, Miller ha optado por seguir el camino difícil y montar una escudería desde cero, y para rizar el rizo lo ha hecho con tres motos de distinto fabricante: "Hemos hecho casi todo en casa este año. Compré el camión, compré las motos, puse todo en marcha, le di a mi amigo Frank un buen trabajo que hacer, preparando tres motos diferentes de tres fabricantes diferentes también. Así que ha tenido un largo proceso de aprendizaje, pero es increíble tener todo listo y hacerlo todo nosotros mismos".
De hecho, todo fue tan improvisado que ninguno de los tres integrantes del Thriller Motorsport ha podido probar su moto antes del inicio del fin de semana: "Es algo que ya sabía. Tuve que ir a una boda el fin de semana pasado. Para ser sincero, me hubiera encantado venir y probar la moto, pero tuve una boda, por lo que ninguna de las motos ha sido probada, excepto por Frank, que las estuvo rodando en su calle".
Jack tiene claro que su objetivo para las dos carreras del fin de semana no es otro que subir al podio y pelear por la victoria, sobre todo ahora que tiene "mucha más experiencia que el año pasado, cuando todo era nuevo para mí. Conozco la moto, y aunque es nueva, es muy parecida a la que llevé el año pasado. Creo que tendremos una buena oportunidad".
Antes, el todavía piloto de Ducati tendrá que acostumbrarse al comportamiento de los neumáticos Pirelli, unas gomas que no conoce, ya que, en 2021, compitió aquí con Michelin: "Al cambiar de neumáticos, realmente no sabemos qué esperar, pero los probé una vez en la World Ducati Week y quedé muy contento con ellos. Será interesante. Creo que podemos hacer un buen trabajo. Es uno de esos fines de semana en los que me ensucio las manos y toco un poco la moto y no tengo que sentarme en mi rincón. Es bueno volver a lo básico nuevamente, pero por supuesto también con la ventaja de ser competitivos".
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Los tres integrantes del Thriller Motorsport son pilotos mundialistas, y a buen seguro que se verán inmersos en innumerables batallas a lo largo del fin de semana. A Miller le preguntaron, no sin risas, si había órdenes de equipo entre él, Schrotter y Hook, sobre todo viendo los antecedentes de este último, que ya provocó una bandera roja en 2021 tras una caída. "La orden del equipo es: 'Hooky, no te lleves a nadie por delante porque tengo que pagar la moto, gracias'", espetó Miller en rueda de prensa, despertando las carcajadas de todos los presentes.