 Redacción @todocircuitoweb |
Aunque Jack Miller ya arrancó su nueva aventura con KTM el pasado 8 de noviembre con motivo del test oficial de Valencia, el de Townsville todavía tiene un baile pendiente con Ducati, concretamente el próximo fin de semana del 26 y 27 de noviembre con motivo de la última ronda de la temporada del Campeonato Australiano de Superbikes.
El contrato que vincula a Miller con los de Borgo Panigale no expirara hasta el próximo 31 de diciembre, de modo que el futuro piloto del Red Bull KTM Factory Racing en MotoGP todavía puede seguir llevando motos italianas hasta finalizar el año, y eso es lo que hará dentro de cinco días.
Al igual que el año pasado, Miller se ha animado a disputar la ronda final del Australian Superbike Championship, el ASBK, un campeonato que hace sólo un día celebró su penúltima cita de la temporada 2022 coincidiendo en Phillip Island con los pilotos del Mundial de Superbikes y de la Mike Jones (Yamaha) salió como máximo candidato al título tras acumular 269 puntos, 31 más que el piloto de Ducati y vigente campeón, Wayne Maxwell.
Jack Miller estará presenta en las dos carreras previstas para el próximo fin de semana en el Bend Motorsport Park, un circuito que el dorsal #43 descubrió por primera vez el año pasado, cuando también participó en la ronda final del ASBK sobre una Ducati Panigale V4 R.
Aquel debut de Miller en su campeonato de superbikes nacional acabó con una de cal y otra de arena para el australiano: en la Race 1 acabó por los suelos a causa de un contacto con otro piloto, y en la segunda carrera logró alcanzar el podio a pesar de correr en inferioridad técnica respecto a sus rivales.
Y es que Miller tuvo que salir a a pista con una Panigale V4 R prácticamente de serie calzada con unos slicks de Michelin que cualquier piloto amateur puede comprar en un distribuidor. El reglamento de la FIM es muy estricto en lo que se refiere al tipo de motos que pueden usar los pilotos de MotoGP en sus entrenamientos privados fuera de temporada, evitando así que puedan entrenar con auténticas superbikes de competición.
De entrada, la FIM prohíbe el uso de electrónica de carreras, la cilindrada del motor no puede superar la de una MotoGP (999 cc) y el motor no se puede abrir para realizar una preparación seria. Sí se permiten, por ejemplo, mejorar los frenos, las llantas y las suspensiones, aunque es obligatorio enviarle un email al director técnico de MotoGP, Danny Aldridge, indicando qué cambios va a realizar el piloto en la moto.
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De este modo, Miller competirá este fin de semana sin la centralita de competición MoTeC que sí usan sus rivales, y tampoco podrá hacer uso de los neumáticos que Pirelli, Dunlop y Michelin desarrollan específicamente para este campeonato. En cualquier caso, Jack ya demostró el año pasado que incluso con una Panigale V4 R con fibras, escape y algunos ajustes de suspensión, es capaz de luchar de tú a tú contra los mejores pilotos de su país.
