 Por John Fernández @johnnyfumi |
Álvaro Bautista ya puede presumir de tener otro título mundial. El piloto de Ducati se ha convertido hoy en el segundo español en traer a tierras nacionales la corona de Superbikes después de Carlos Checa, poniendo el broche a una brillante temporada en la que sus dos contrincantes principales, Toprak Razgatlioglu y Jonathan Rea le han dado guerra hasta el final.
Una temporada marcada por una sana rivalidad entre los tres contendientes al título, que han jugado sus cartas prácticamente hasta la penúltima ronda. El piloto de Talavera de la Reina no ha tenido reparo en admitir que este título “ha sido más especial incluso que en 2006 (cuando ganó en 125 cc con el Master-MVA Aspar Team) porque ha sido más duro y difícil”.
Sus declaraciones y cara rezumaban alegría y un orgulloso sentimiento tras una carrera en la que parecía ganador, y en la que Razgatlioglu no dudó en meterle el hachazo: “Supercontento, ahora sí que pensaba en el campeonato después de muchas carreras, es la primera vez que he dicho: 'ahora puedo ser campeón, depende de mí'. La carrera 1 no dependía de mí, pero ahora sí. Sí, he sentido un poco de presión, pero he sabido gestionarla”.
No quiso arriesgar más de la cuenta al término de la Race 2, cuando marchaba primero a falta de seis vueltas: “He empezado a pensar demasiado, he empezado a hacer trayectorias raras, a no ser constante y he dicho, ‘quédate detrás de Toprak que al menos llevas la referencia’ y sabía que haciendo segundo o tercero matemáticamente podíamos ganar. Toprak ha cambiado el ritmo y yo no podía hacer más”.
Año de récords… y no solo suyo: “Al final muy contento porque hemos sido campeones del mundo. Ha sido un año increíble donde hemos sido muy constantes y muy rápidos. Hemos ganado a Jonathan y a Toprak que tenían un nivel increíblemente alto. Hemos batido récords en todas las pistas, pero hemos sido capaces de ser muy competitivos en todas las carreras, incluso en circuitos que no eran beneficiosos para nosotros”.
Ni una sola carrera de relax ha tenido el talaverano: “Hemos cometido pocos errores y ha sido un año difícil, duro porque al principio luchaba mucho contra Rea y luego contra Toprak, no he tenido tiempo para relajarme y he tenido que ir toda la temporada al máximo nivel”.
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Incluso contra su propio estigma, su título sirve para darle más visibilidad al campeonato: “Ha sido muy emocionante porque el Mundial de Superbikes no está visto como un buen campeonato, sino uno de segunda, sinceramente yo pensaba antes lo mismo cuando estaba en MotoGP, pero he podido descubrir este campeonato, para nada es de segunda, es diferente, el nivel de piloto es muy alto porque tanto Jonathan como Toprak podían estar luchando por posiciones top en MotoGP. Esperamos que más españoles se unan y nos sigan. Muy contento de seguir los pasos de Carlos Checa y creo que en su día en España no se le dio todo el mérito que merecía".
