 Redacción @todocircuitoweb |
Jack Miller se despidió del Ducati Lenovo Team disfrutando de la gran fiesta que los de Borgo Panigale montaron dentro de su box después de que Pecco Bagnaia ganara en Cheste su primer título de MotoGP, el segundo en las filas ducatistas tras el entorchado conseguido por Casey Stoner en 2007.
Para Miller, la de Valencia no fue una carrera nada positiva. Empezó bien, enganchándose desde los primeros compases de la prueba a Jorge Martín para soñar con una victoria en su último domingo vestido de rojo. El australiano se mantuvo delante durante 22 vueltas, rodando en la tercera posición a rueda de Martín, pero antes de poder completar el 23º giro de la carrera, Miller perdió el tren delantero de su Desmosedici en la curva 10 de Cheste instantes después de ceder la tercera plaza en favor de Brad Binder, que venía remontando como una auténtica bestia.
Ahí se acabaron las aspiraciones de un Jack Miller que cierra la temporada clasificado en la quinta posición de la general del campeonato con 76 puntos menos que su compañero de filas y campeón del mundo, Pecco Bagnaia.
El dorsal #43 lamentó al término de la carrera no haber podido despedirse de la fábrica italiana con un buen resultado en Cheste, sobre todo después de haber estado en posiciones de podio hasta el tramo final de la prueba: "Me sabe realmente mal la caída de hoy. Estaba apretando mucho porque sabía que Aleix no había terminado la carrera y 25 puntos me hubieran llevado delante de él en la clasificación: este era mi objetivo", comentó Miller, al que le faltaron 7 puntos para superar a Aleix Espargaró en la general.
"Desafortunadamente la salida no ha ido exactamente como me esperaba y hoy era realmente complicado adelantar y solo tenías la oportunidad si los otros cometían un error", dice el de Townsville, que a pesar de la caída, se lo pasó en grande durante la fiesta posterior en homenaje a Bagnaia.
"Estoy muy contento por Pecco, que ha hecho un año espectacular, sin rendirse nunca y demostrando a todos que es el mejor", dijo en referencia a su vecino de box. "Mi última carrera con Ducati me deja un poco triste porque con este equipo me he encontrado realmente bien y he construido relaciones fantásticas con todas las personas del equipo, pero ahora me concentraré en el futuro".
Ese futuro pasa por KTM, un cambio de marca que Miller no afrontará en solitario; el australiano se llevará con él a su actual jefe de mecánicos, Cristhian Pupulin, un profesional que ha pasado las últimas dos décadas trabajando codo con codo junto a Ducati, primero en el WorldSBK con Rubén Xaus y después en MotoGP guiando a pilotos como Carlos Checa, Loris Capirossi, Nicky Hayden, Andrea Dovizioso y por último Jack Miller.
Pupulin será uno de los dos técnicos de peso dentro de Ducati que dejarán al fabricante boloñés para trabajar con KTM en 2023; el otro nombre propio es el de Alberto Giribuola, ingeniero de pista de Enea Bastianini y previamente de Andrea Dovizioso, un reputado y joven ingeniero que también trabajará para la fábrica de Mattighofen el próximo año.
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En Valencia, durante el fiestón organizado por Ducati en el pitlane, sus mecánicos le prepararon a Cristhian Pupulin una despedida de lo más divertida; con la colaboración de Miller, maniataron al jefe técnico del australiano y le colocaron unas esposas antes de llevarle en volandas al box de KTM, donde su team manager, Francesco Guidotti, fue el responsable de liberar a Pupulin entre las risas y los gritos del personal de ambas escuderías, un momento de lo más estrambótico que el propio equipo austriaco ha compartido en sus redes sociales a través de un vídeo:
Bis morgen, @jackmilleraus! 👋
— Red Bull KTM Factory Racing (@KTM_Racing) November 7, 2022
Thanks for the special delivery of your crew chief, Cristhian from @ducaticorse and yourself yesterday. We don’t think we’ve seen anything quite like it. 🤣 pic.twitter.com/t8tR64wfqt
