 Por John Fernández @johnnyfumi |
Si alguien conoce a la perfección los entresijos de las máquinas del Mundial de Motociclismo, ese es precisamente Ramón Forcada. El ingeniero español ha estado ligado a la competición mundialista durante sus últimos 31 años, 14 de ellos para Yamaha (aunque Forcada sigue ligado al FIM JuniorGP).
Su última gran despedida de MotoGP fue de la mano de Andrea Dovizioso, piloto que no duda en alabar, y sobre el que ahora, trata de explicar su bajón de rendimiento, una vez ambos retirados de la máxima competición.
Y es que en la trayectoria de Dovizioso destacan los últimos años, especialmente 2016, 2017 y 2018, cuando fue subcampeón del mundo tres veces consecutivas. Se dejó en el tintero medio año sabático en 2021, y volvió para San Marino, con Yamaha, para una retirada que, desde luego, no ha sido la más idílica.
¿Falta de estilo o conexión de pilotaje con la Yamaha? Sí, pero Forcada tiene una clave más, de la que nunca hemos oído quejarse a 'Dovi', y es que fue capaz de plantarle cara al mismísimo Márquez para luego descender vertiginosamente en rendimiento.
En una entrevista ofrecida al canal de Nico Abad en Twitch, Forcada ha sido explícito con el problema que arrastraba Dovizioso las últimas temporadas: "La moto tiene una serie de componentes y tiene ruedas. No puedes olvidarte de las ruedas", explicaba al respecto. Sus indicaciones son claras al respecto, aunque señala que "no se habla del tema, pero Dovizioso desapareció, empezó a tener problemas cuando se cambió la carcasa trasera".
Comenta que el italiano "estaba peleando con Marc Márquez para ganar mundiales, le ganaba carreras, mano a mano... Y el primer año que no estuvo Márquez, por lógica, tenía que ganar y acabó 4º por la carcasa trasera, no por nada más", justifica el ingeniero. Así, su último adiós en el Mundial fue en el Gran Premio de Austria, con un 15º puesto.
Sobre Yamaha, a quien Forcada ha estado ligado en los últimos 14 años, cree que "se ha quedado un poco atrás o los demás están más adelante", y, para prueba de ello, dice, "la carrera de Malasia de Fabio fue espectacular, disimuló el problema que tiene la moto igual que Marc Márquez puede disimular el problema de la Honda". Sabe que el problema no es el piloto, sino que argumenta que, "cuando juegas, juegas contra otro y no depende de lo que hagas tú, aquí hay que correr más que el otro, ni mucho ni poco, dependes del otro", y ese, señala, "es uno de los problemas que ha tenido Yamaha".
Como ingeniero es consciente de que "Ducati tiene algo de ventaja, pero no hay nada irregular", en referencia a la electrónica de la moto. Es una fábrica que, dice, va por su propio camino: "Ellos ya utilizaban Magneti Marelli, al final era una electrónica hecha para su motor y la usan para su moto", en referencia al cambio obligatorio que tomaron en MotoGP en 2016 para pasar a usar la ECU única de Magneti Marelli obligatoria para todos los equipos.
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Sentencia Forcada que, "si Ducati tiene 8 pilotos y 5 están para ganar, es que la moto va bien. Si Honda o Yamaha tiene un piloto que va bien, es que el piloto va bien, no el piloto. Los dos tienen un invierno largo por delante", augura.
