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Maverick Viñales ha tenido un espléndido comienzo de fin de semana en Phillip Island. El piloto de Roses fue el más rápido del FP4, siendo también uno de los pilotos que más vueltas dio al trazado. Sin embargo, parece que la Q2 no fue tan bien como él querría; se hizo con el 12º mejor tiempo, posición desde la que saldrá mañana en carrera.
No solo eso, sino que su compañero de equipo, Aleix Espargaró, le ha agradecido públicamente la ayuda prestada, tras dejarle ir a rueda suya durante gran parte de la sesión, lo que catapultó al de Granollers hasta la segunda línea de la parrilla de salida. En las declaraciones post sesión clasificatoria, un contento Viñales se ve motivado para mañana: "¡Obviamente que estoy satisfecho!", decía al respecto.
"No corro aquí desde 2018, las sensaciones sobre la moto han sido excelentes", comentaba un entusiasmado Maverick. Aunque le será difícil remontar desde la 12ª posición que sale mañana, confía en que podrá hacer un buen resultado, dice: "Me siento preparado para la carrera, hemos hecho un gran trabajo con el equipo para mejorar la estabilidad de la moto y eso me da aún más confianza para poder aspirar a un buen resultado en la carrera de mañana".
El trazado australiano es conocido por su faceta devoradora de gomas, problema que no ha escapado de 'Top Gun Maverick', pues el piloto afirmaba que "el consumo de neumático es muy alto, el problema es que una vez que se ha deteriorado, empieza a patinar y parece no querer para nunca", e incluso se atreve a vaticinar que "puede ser un factor de riesgo", por lo que, añade, "mañana los pilotos empezarán con más precaución porque existe el riesgo de no terminar la carrera".
Parece que el compañerismo es la punta de lanza de Aprilia este año. La ayuda prestada a Espargaró no le ha supuesto ningún sacrificio, explica, a pesar de que él ha terminado 12º y su compañero, 4º. "No sacrifiqué nada. Evidentemente, le eché una mano con las referencias de las trayectorias, sobre todo en los puntos donde te deslizas, pero siempre empujé al máximo. Hubiera necesitado el mismo tiempo que en el FP4, pero a veces pasan cosas inexplicables y hoy fue uno de esos días".
Por ello, admite estar "contento de haber podido echarle una mano, tal y como funciona ahora la clasificación, una décima y media te hace subir seis posiciones". De hecho, lo califica como "un resultado muy importante tanto para Aleix, que puede luchar por el título, como para la propia Aprilia".
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Recalca el problema de los neumáticos y el agarre, donde, sorpresivamente, dice sentirse mejor con el duro que con el blando: "El agarre marcó la diferencia. Tuve más con el compuesto duro que con el blando, suena increíble, pero a veces pasa. Es frustrante porque la estrategia de carrera cambia entre salir sexto o empezar duodécimo, pero estoy listo para dar lo mejor de mí".