 Redacción @todocircuitoweb |
La de Tailandia fue una de las peores carreras en lo que va de año para Yamaha, y no sólo en el box de Fabio Quartararo. El todavía líder del Mundial de MotoGP cruzó la línea de meta en una inesperada 17ª posición después de haber sufrido una notable falta de velocidad desde el primer giro, bajando del 4º al 17º puesto en su primer paso por meta.
A partir de ahí, y durante 24 vueltas, 'El Diablo' se pasó gran parte de la carrera rodando por detrás del probador de Yamaha, Cal Crutchlow, y no fue hasta la vuelta 21 cuando el británico le cedió el paso al francés, consciente de que ambos corren para la misma fábrica, un adelantamiento que sólo le sirvió a Quartararo para ganar una plaza y marcharse de Buriram sin puntos y con un cabreo monumental.
El vigente campeón de MotoGP rechazó hablar con la prensa al término del Gran Premio de Tailandia, y las únicas y breves declaraciones que ofreció su equipo no arrojan luz sobre qué ocurrió el domingo para que Fabio completara su peor carrera del año.
Quienes sí explicaron los problemas a los que tuvieron que hacer frente en Buriram fueron su compañero de filas, Franco Morbidelli, y Crutchlow. El italiano fue la mejor Yamaha en carrera, cruzando la línea de meta en la 12ª posición y sufriendo una penalización de tres segundos por superar los límites de la pista en la última vuelta, bajando finalmente a la 13ª plaza.
Morbidelli aseguró en su encuentro con la prensa que "durante la carrera, la presión del neumático delantero se disparó, y eso hizo que su rendimiento bajara en picado. Nos complicó mucho la vida al intentar adelantar. Es una pena, porque no estaba demasiado lejos de los pilotos que luchaban por la sexta o séptima plaza", comentó 'Frankye', que en el ecuador de la carrera llegó a colocarse en la octava plaza.
El romano entiende el cabreo de Fabio Quartararo tras la carrera, y califica la situación del galo de "difícil" al tener en su contra a todas las Ducati de la parrilla en su pelea con Pecco Bagnaia: "Todos sabemos que cada fin de semana está obligado a luchar con un gran número de Ducatis que suelen ayudar a Bagnaia, y a eso hay que sumarle los puntos débiles de la moto", argumenta Morbidelli.
Crutchlow, por su parte, también apuntó a los problemas de presión del neumático delantero como el origen de todos los males de Yamaha en Tailandia. El británico, que venía de hacer dos buenos fines de semana en Aragón y Japón, aseguró el domingo por la tarde que la de Tailandia "no fue una buena carrera. No era el día de Yamaha. Esa es la verdad. No podíamos hacer girar la moto. El neumático delantero se calentaba demasiado, y la presión del neumáticos subía demasiado", lamentó el dorsal #35, que cruzó la línea de meta en la 19ª posición.
Cal entendió allí mismo, mientras rodaba junto a Quartararo, que todas las YZR-M1 estaban al límite con el Michelin delantero de lluvia: "Estaba en el grupo con Fabio. Se veía que no podía tumbar, la rueda delantera no quería entrar en la curva, yo tenía exactamente la misma sensación. Intenté forzar el tren trasero para compensar los problemas que tenía con la rueda delantera, y al final acabé destrozando la banda de rodadura de la goma trasera", explicó el de Coventry, que tuvo muchos problemas para mantenerse sobre su moto en las últimas vueltas.
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"La presión en el neumático delantero fue demasiado alta durante toda la carrera. No hay nada más que decir", vuelve a insistir Cal. "Una vez adelanté a Fabio. Iba un segundo por delante de él, y luego volvió a recuperarme terreno. Como yo no me estaba acercando al grupo que tenía delante y de todos modos estábamos fuera de la zona de puntos, le dejé pasar, y se quedó en la misma posición que yo tenía antes", concluyó el británico en un intento por explicar la debacle de su fábrica en Buriram.
