![]() @johnnyfumi |
El regreso de Marc Márquez es un hecho. Como contábamos hoy mismo, el 93 recibía el visto bueno por parte de los médicos para volver a subirse a la moto ya mismo. El próximo test de Misano que se celebrará el martes será la puesta en escena en la que Marc se subirá a la Honda RC213V, pero tal y como ha comentado en declaraciones a los compañeros de DAZN, se lo toma con calma, y no sabe si llegará para el próximo GP de MotorLand en Aragón.
Comenta el 93 que "venía con la intención o con la seguridad de que todos los doctores de Madrid me habían dado el fit, había probado una moto y me había encontrado bastante bien". Explica que ahora su "intención es acumular kilómetros", y advierte a Honda de que su objetivo no es probar cosas nuevas, ni mucho menos: "Ya he avisado a Honda de antemano que no estaré para probar cosas de inicio, sino que tengo que ir acumulando kilómetros".
Su prioridad, el brazo, y no tanto la Honda 2023: "Llevo más de tres meses sin subirme a una moto de competición, he cogido dos días una CBR pero no es lo mismo. Acumular kilómetros y está claro que, si me veo para probar cosas, será un test muy importante de cara al futuro porque se prueban cosas de cara a 2023 pero la prioridad ahora es mi físico, mi brazo y es ahí con prudencia no se puede hacer un test normal, hay que hacer pocas vueltas, reservarse para el segundo".
Dice estar en un "momento que es improvisación total", y que su trabajo ahora radica en la "musculación, coger fuerza, de readaptación del brazo". Explica que su brazo "llevaba trabajando de una manera que no tocaba con 34º de rotación en el húmero durante un año y medio y lógicamente vuelve a trabajar diferente, los músculos vuelven a trabajar diferente, se tienen que estirar".
Advierte de que su proceso de readaptación se podría dilatar no "una semana o dos, sino hasta el invierno, ir progresando e insistiendo, improvisando depende de cómo me encuentre, volver antes o después", comenta. Por el momento le podremos volver a ver con el mono de cuero enfundado el próximo martes en San Marino.
También fue cuestionado sobre la reciente bomba que dinamitó el paddock: la separación tanto de él como de su hermano con su hasta ahora mánager, Emilio Alzamora. Y ha sido sincero: "Tanto yo como mi hermano le estaremos siempre agradecidos. Creo que hemos vivido momentos muy muy bonitos, 18 años juntos desde la base, siempre nos hemos respetado mucho mutuamente, hemos aprendido y hemos ayudado a crecer y ahí es donde lo bonito siempre estará en una parte de mi corazón".
Leer también: Marc Márquez es declarado apto, y se subirá a la Honda en el test de Misano el próximo martes
Sin embargo, su visión ha cambiado repentinamente en estos últimos tiempos, motivo por el que han separado sus caminos: "En una carrera deportiva es muy larga, hay épocas diferentes, vas creciendo, van pasando los años, a veces tienes visiones diferentes y decidimos reunirnos y las tres partes lo veíamos un poquito igual. Llevábamos dos o tres años que la relación no fluía de la mejor manera, pero lo importante es que en una relación es importante pararlo a tiempo para acabar bien. Creo que lo hemos hecho y nunca se sabe en el futuro qué va a pasar".