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Con su futuro todavía en el aire y sin haber firmado un contrato que le asegure una moto para 2023, Joan Mir afronta la segunda mitad de la temporada con energía y con ganas de conseguir en Silverstone el que sería su primer podio del año, un curso muy irregular para el campeón del mundo de MotoGP en 2020 en el que está siendo incapaz de meterse en la lucha por la victoria.
A pesar de que la GSX-RR parecía haber dado un paso adelante importante en términos de motor durante la última pretemporada, lo cierto es que Joan Mir está lejos de su mejor estado de forma. Así lo demuestra la octava posición que ocupa en estos momentos en la general del campeonato, muy lejos del líder de la general, el francés Fabio Quartararo, que goza de un cómodo colchón de 95 puntos sobre el español de Suzuki.
De momento, antes de arrancar el GP de Gran Bretaña, Joan afirmaba hoy en Silverstone no saber muy bien qué mejoras ha introducido su fábrica a lo largo del parón estival, aunque confía en ver algún avance en la electrónica de la GSX-RR que les ayude con la gestión del neumático trasero, su punto débil este año: "Todavía no he podido ir al box, pero creo que vamos a tener algunas novedades en términos de electrónica", decía Mir en rueda de prensa.
Suzuki se irá de MotoGP dentro de nueve carreras, y aunque dentro del equipo tanto el staff como los pilotos intentan mantener un buen ambiente, es evidente que las cosas han cambiado desde que se supo, en Jerez, que los de Hamamatsu no estarán en este paddock en 2023, una situación que lógicamente está enfriando la relación de los pilotos con la dirección del equipo, incapaz de darles respuestas a muchas preguntas que se están planteando ahora que las cosas no van nada bien en términos de resultados: "En cierto modo será así, creo que ahora incluso mucha gente de la propia dirección ya no tiene respuestas que darnos, pero debemos acabar la temporada de alguna manera. En lo que a mí respecta, mi objetivo sigue siendo divertirme corriendo, hacer mi trabajo y no pensar demasiado en todas las implicaciones que tiene esta situación", dice Mir al respecto.
Sobre sus planes para 2023, Joan afirma "no estar preocupado" por su futuro profesional, y aunque su nombre suena con fuerza para sustituir a Pol Espargaró en el Repsol Honda Team, Mir comenta que ese contrato "todavía no ha llegado", así que sigue libre. "Si alguien me quiere para el año que viene, ya sabe dónde encontrarme (risas), si no, me quedaré en casa", decía el #36 hoy entre risas.
Entre los temas que ha tocado hoy Mir, el balear ha hablado de la sanción que recibió Fabio Quartararo en Assen por haber echado a Aleix Espargaró a la grava, una maniobra que le ha costado al galo una Long Lap Penalty que deberá cumplir este próximo domingo en Silverstone. Sobre este asunto, Mir dice "no entender por qué recibió Fabio esa penalización, al principio no pude ver la caída, pero luego la vi repetida y no me lo podía creer. Fabio simplemente estaba intentando adelantar, perdió la rueda delantera y se fue al suelo. Este deporte también consiste en esto, ¿qué diferencia hay de lo que hizo Miller conmigo en Portimao? Son cosas que pasan a veces en las carreras, no estoy de acuerdo con la sanción. Después de una sanción así, un piloto podría evitar hacer un adelantamiento similar, en realidad va en contra del espectáculo. Lo que gusta a los fans es precisamente eso, las peleas, los adelantamientos".
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De hecho, Mir es de la opinión de que este tipo de castigos pueden acabar afectando al espectáculo en pista si los pilotos pecan de conservadores para no recibir sanciones como la del francés de Yamaha: "Si lo piensas con algo de lógico, podría ser así, y es algo que me preocupa la verdad. Cuando adelantas es normal que te puedas equivocar, en el caso de Fabio ni siquiera sucedió adelantando en la primera vuelta, ahí vamos todos más juntos y una penalización tendría más sentido por un tema de seguridad. Pero en mitad de la carrera... me parece excesiva una medida así", concluye Joan.