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Después de su última actuación en la última cita en el Gran Premio de Los Países Bajos, con una antológica remontada, Aleix Espargaró está viviendo un verano relajado, pero sabiendo que a la vuelta le esperan grandes batallas, la más importante, la lucha por el título mundial mano a mano con Quartararo.
No pierde comba de la actualidad, y ha sido entrevistado por Nico Abad en su canal de Twitch, donde ha hecho un repaso a la presente temporada, su relación y visión sobre su compañero de equipo, y cómo no, sus posibilidades para hacerse con la tan deseada corona.
El piloto español dice estar "disfrutando más del momento", y él especialmente más en comparación con los otros pilotos que ya han ganado un Mundial. "Cualquier tío que se juega un Mundial lo ha vivido en Moto3, Moto2, yo no", comenta al respecto. Comparado con otros años, explica que "gestionar el top 10 era gestionar la frustración, el saber que tienes el talento, la velocidad y no lo puedes demostrar".
Mirando al otro lado del box, su compañero Maverick Viñales, con quien mantiene una excelente relación y a quien ayudó para encontrar sitio en Aprilia, comenta que "es un piloto con talento descomunal, pero le está costando la parte final en carrera". Añade que, para él, la Aprilia "es más distinta de lo que pensaba de la Yamaha", mientras que la Aprilia la ha ido "haciendo" el propio Espargaró "poco a poco".
A sus ojos, cree que le falta regularidad: "Si se han caído tres o cuatro delante y has entrado a 19 segundos no puedes estar contento. Yo que analizo todo muy bien, miro mucho los tiempos... Maverick no hizo podio en Holanda y fue su mejor carrera. Ya lleva 3 o 4 carreras siendo muy rápido... Pero le faltaba encontrar la regularidad, clasificarse bien... Pero está yendo muy rápido y es fundamental porque me apoyo mucho en él, miro su electrónica, salgo con él".
Respecto a él mismo, dice haberle "costado muchísimo" llegar hasta donde está ahora con "momentos más malos que buenos". Comenta que lo "fácil es tirar la toalla", y que ahora no ve presión: "¿Qué presión? Lo voy a intentar ganar a muerte, pero si no lo gano y hago de los tres primeros, haciendo podios y ganando a carreras es la hostia".
En Aprilia parece estar contento, una fábrica que "es capaz de darnos a Maverick y a mí lo que vamos pidiendo". Sobre el tema de la electrónica, de la que todos los pilotos parecen discrepar últimamente, dice que "es igual para todos" pero que "los números que pones dentro y cómo la moto funciona y trabaja es muy distinta", justificando que cuando "vas detrás de una Honda, de una Yamaha o una Aprilia y el nivel de spinning teniendo la misma electrónica es distinto".
En su entrevista también ha destacado el nivel físico al que se encuentra: "A pesar de que cumpla 33 años, aunque suene un poco feo, creo que no hay ninguno en la parrilla más joven que yo que esté mejor físicamente. A nivel de peso, que yo estoy muy obsesionado, con 1.80 y 65 kilos, sin la bici sería imposible. La moto acelera muchísimo. Hay una cosa que yo valoro mucho más. A nivel mental me sirve para desconectar, evadirme, concentrarme, aprender a sufrir, y cuando vas en la moto me da un plus".
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Recalca que la "nutrición es básica" para él, además del "cardio de la bici". En las carreras dice que se "cansa bastante poco, lo que es de gran ayuda". Y añade un dato revelador: "Con la igualdad que hay hoy en día en MotoGP el peso es muy importante. Cada 3 kg pierdes 1 cv".