 Redacción | Fotos: Motogp.com@todocircuitoweb |
KTM pinchó estrepitosamente en el último Gran Premio de España. Tanto las motos oficiales del equipo Red Bull como la única RC16 del Tech 3 presente en Jerez -Raúl Fernández estuvo ausente por lesión- estuvieron lejos de los mejores a lo largo de todo el fin de semana.
El sábado ya quedaron patentes los problemas de la firma austriaca al quedarse sin representantes en la Q2 de MotoGP, y el domingo, en carrera, Brad Binder logró el mejor resultado para los de Mattighofen con una décima posición, dos posiciones por delante de su compañero Miguel Oliveira (12º).
Para KTM, el test del lunes era una oportunidad perfecta para trabajar a fondo en los reglajes de su RC16 y encontrar el origen de las vibraciones y el chattering que acusaron todos sus pilotos desde el primer entrenamiento libre del viernes. La fábrica austriaca no llevó demasiadas novedades a esta jornada de test oficial; las más visibles fueron un nuevo carenado negro de fibra de carbono más ligero que el actual y un llamativo sistema de escape que mantiene una de las salidas bajo el colín a la vez que eleva de forma notable la altura del segundo escape lateral.
Brad Binder cerró el test con buenas sensaciones y rodando tres décimas más rápido que su mejor crono de la Q1 del sábado. El sudafricano, que acabó segundo a 158 milésimas de Johann Zarco, reconoció que el del lunes fue "un buen test, aunque desafortunadamente sufrí una caída antes del mediodía. De todos modos, fue muy positivo. No probamos muchas cosas nuevas, mantuvimos nuestro enfoque en nuestro setting básico. Intentamos solucionar algunas cosas que nos causaron problemas en la carrera".
El dorsal #33 se mostró satisfecho por los avances dados en Jerez, pequeños pasos que, en conjunto, parecen estar dando sus frutos: "Hemos progresado mucho y hemos arreglado algunos puntos débiles de la moto. Tenemos ganas de ver si este trabajo se deja notar en otros circuitos. Antes de acabar el día estuve probando un escape nuevo, pero no noté grandes diferencias. El sonido es algo distinto, y me gusta, pero lo importante era darle a los ingenieros un buen feedback".
En opinión de Binder, las particularidades de la pista de Jerez les han causado más problemas de lo esperado, y confía en que, en el futuro, no se vuelven a repetir las malas sensaciones de este pasado fin de semana: "Creo que Jerez es una pista que nos ha mostrado los puntos débiles de la moto. El fin de semana fue complicado, desde el viernes hasta el domingo. El lunes abordamos todos esos problemas, y la mejora fue inmediata. Hicimos algunos cambios bastante radicales, algo que no puedes hacer durante un fin de semana de gran premio. Ahora me encuentro más cómodo en áreas que hasta ahora me resultaban más difíciles".
Su vecino de box, Miguel Oliveira, no fue tan efectivo en su vuelta rápida del test (acabó 21º a 1.1 segundos del mejor tiempo marcado por Zarco), pero al igual que Binder, destaco el trabajo que él y sus técnicos desempeñaron para reducir el molesto chattering que tantos quebraderos les dio en este GP de España.
"Ha sido un día largo", resumió el portugués durante la tar del lunes. "Hemos tenido problemas cada vez que poníamos neumáticos nuevos, por eso no hemos podido confirmar todo lo que teníamos que probar. También hemos montado un carenado un poco más ligero y un escape totalmente nuevo".
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"Hemos tenido vibraciones fuertes todo el fin de semana, también las tuvimos el domingo, en carrera, pero fueron muy distintas a las del test. Podías darte cuenta de que algo no estaba bien. De todos modos, hemos encontrado un par de cosas que nos pueden ir bien para Le Mans, así que vamos a Francia con ganas y positividad", concluía Oliveira, animado por comprobar en Le Mans, dentro de dos semanas, el trabajo realizado en el test de Jerez.
